Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


Dos escenarios

17/01/2021

Hace un buen puñado de años tuve que escribir una previa sobre un partido de balonmano que estaba en el aire. Un viaje por carretera, un accidente del equipo visitante, una carretera en mal estado, unas gestiones con la Federación (extendidas casi hasta la madrugada, ya con el periódico cerrado) intentando llevarse el duelo al día siguiente...

Pues todo eso era más sencillo que analizar la final de esta noche en sus dos supuestos: «Juega Messi» y «No juega Messi». Porque aquello se liquidó con higiene: «Si hoy hay partido...» y lo analizas. Y punto. Hay una única opción. No cabe el «... y si no lo hay» porque no se puede analizar la nada. Pero con lo de Messi sí hay dos escenarios tremendamente distintos, uno en el que el Barça es claramente favorito y otro en el que puede pasar cualquier cosa.

Del primero tenemos una referencia maravillosa hace once días en San Mamés, donde el argentino hizo y deshizo, cosió y descosió todo el partido. Marcó dos, puso una pelota increíble a De Jong para que Pedri abriese la contienda e incluso perdió la pelota (minuto 90) que llevó el 2-3 definitivo al marcador. Porque si «juega Messi» el Barça atacará de una forma y el Athletic defenderá de otra: aún a sus 33 años, aún con la sombra del declive sobre la espalda, es el mayor condicionante de partidos que hay sobre la faz de la tierra.

Pero, ¿y si «no juega Messi»? Entonces se abre un segundo escenario casi radicalmente opuesto, y es de la final abierta: en cuestión de diez-doce años, las distancias se han acortado notablemente entre grandes y modestos. El físico, la táctica, esa falta de respeto al gigante viendo que cae con más asiduidad que antes... Sea lo que sea, ya no hay nadie 'claramente superior' al rival. Y en ese escenario, como demostraron Real Sociedad y Athletic en semifinales, un partido (más aún una final) es un lienzo en blanco.