«En 32 años nunca he hecho un papel protagonista. No me rindo»

I.L.H.
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Carlos Blanco Vila (Villagarcía de Arosa, 1959) ha ejercido como actor y guionista. Cuenta con una larga trayectoria de monologuista, sobre todo en Galicia. Ha participado en 'Fariña', 'Heroína', 'La unidad', 'Volver'... Este sábado actúa en Burgos

Carlos Blanco interpreta en ‘Tercer cuerpo’ a Héctor, un oficinista enmadrado. Junto a él, Carmen Ruiz como Moni. - Foto: E.C. Graiño

Es una de esas caras conocidas por su participación en múltiples películas y series, aunque nunca lo haya hecho con un papel protagonista. En sus treinta y dos años de trayectoria nos ha reconocido en esta entrevista que nunca ha estado en el paro. Y también que va a ser la primera vez que acuda a actuar en Burgos, porque lo del teatro de gira más allá de Galicia no lo había experimentado. Carlos Blanco Vila, natural de Villagarcía de Arosa, vive un momento muy dulce a nivel profesional tras su interpretación de Laureano Oubiña en Fariña, que le ha otorgado una enorme repercusión y que le está permitiendo afrontar proyectos como el de Tercer cuerpo, la obra de teatro de Claudio Tolcachir que representa este sábado en Cultural Caja de Burgos, a las 19:30 horas. 

Cinco personajes con ganas amar, pero incapaces de transmitir sus sentimientos. La obra, a priori es complicada de explicar. 
Sí, es una función difícil de definir porque aunque es una obra muy entretenida y de apariencia ligera, tiene un fondo complicado. Son cinco personajes que fundamentalmente están solos, que juegan y se comunican con su soledad como pueden. Para el espectador no siempre es fácil porque hay varios espacios diferentes en uno solo y al principio cuesta encontrar el código. Y es curioso porque varía mucho de unos días a otros, incluso en la misma ciudad. El público a veces entra a la primera y otras le cuesta algo más.

¿Cómo es trabajar con el argentino Claudio Tolcachir?
Creo que es uno de los grandes directores mundiales del momento. Trabaja en Italia, Portugal, Chile, Buenos Aires, aquí acaba de estrenar con Carmelo Gómez y Mario Herrero una función de Delibes... Es maravilloso. Yo que llevo tantos años en este oficio nunca había tenido un director tan cariñoso, que te lleva de la mano y te ayuda a encontrar el personaje de una forma especialmente dulce y amable. El texto es suyo, y nos permitió adaptarlo al castellano porque está escrito en bonaerense.

¿Y se puede adaptar bien al castellano?, porque hay obras argentinas en las que nos perdemos.
Sí, lo único que no pudimos adaptar ha sido el título.

Pues le iba a preguntar precisamente qué significa 'tercer cuerpo'.
Es como tercer bloque, pero refiriéndose a un cuerpo de funcionarios de Correos. Trabajamos en una oficina destartalada donde no hacemos nada realmente. Hacemos que hacemos. Somos unos funcionarios a los que les van a trasladar porque ya no hay correo sino emails. Se han quedado desfasados, fuera de lugar o fuera de tiempo. De eso va la obra.

Para los gallegos 'Fariña' ha sido nuestro 'Cuéntame'»

Extraviarnos es algo que a todos nos pasa en algún momento. Lo mismo que lo de mostrar varias caras; no es que finjamos, sino que a veces mostramos una parte u otra.
Así es. Además por un lado están los personajes de Gerardo Otero y Nuria Herrero, que tienen su historia. Y luego estamos Natalia Verbeke, Carmen Ruiz y yo, que estamos en la oficina. Son como dos mundos paralelos, cada uno con su cara, que acaban confluyendo. Incluso hay una escena muy complicada que ensayamos todos los días -en cuanto lleguemos a Burgos es lo primero que haremos- que son diez minutos con frases a toda velocidad que tienen sentido en conjunto. Para el espectador es también un reto, no es fácil por más que sea entretenida. Y sinceramente entre todos hay una maravillosa química. 

Con lo rápido que va la vida, ¿quién no se queda atrás en algo?
Todos, sin duda. Yo desafío al público de Burgos a que se identifique con los personajes, con alguno de ellos o con alguna de sus facetas porque lo que les pasa, de una u otra forma nos ha pasado: luchar desesperadamente por tener un hijo o tener un amor, amar sin ser correspondido, alguien enmadrado que no sabe qué hacer con su vida...

En su día a día ¿dónde se siente más fuera de lugar? 
Cuando estoy bailando te juro que me siento muy ridículo. Y quizá también por edad, porque voy a cumplir 64 años, me siento fuera de lugar en un bar de copas o en una discoteca por el ruido. Lo siento, no puedo con la música electrónica. Que me disculpe David Guetta y la gente joven.

¿Cómo llegó el proyecto a sus manos y qué hizo que se decidiera por él? 
Fue mi hijo, Lois Blanco, que es director de teatro y cuando se lo comenté, diciéndole que era una obra que dirigía Claudio Tolcachir, me dijo: 'ni loco digas que no; vete inmediatamente a Madrid'. Como casi toda mi carrera la he hecho en Galicia, no he hecho giras, y irme unos meses a Madrid no te creas que sale rentable. Pero, bueno, tampoco he actuado por ejemplo en Burgos y por ese lado también me apetecía. Y reconozco que me recompensa el texto, la compañía y el resultado. 

¿Le ha enganchado ese tipo de teatro que va de gira por el país? 
Sí, pero también confieso que cuando me quedo en Galicia y actúo a media hora, me encanta saber que voy a levantarme mirando al mar en mi propia casa.

Vivo en Villagarcía de Arosa y fui a hablar con Oubiña cuando murió mi hermano por la droga. Luego, cuando supe de la serie me ofrecí a interpretar su papel»

Aunque lleva toda la vida actuando, ¿es verdad que no le dan papeles protagonistas? 
Es verdad, pero no me rindo. Y por otro lado soy muy admirador de grandes secundarios del cine y el teatro en España. Tengo en la cabeza a Laly Soldevila o Luis Ciges. En una película hay dos protagonistas y treinta personajes más y alguien tiene que hacerlos. Luego, fíjate, está Luis Zahera (Celda 211, La Unidad, As Bestas), que ha hecho un montón de series y ahora de repente ha explotado, le han dado un Goya por El reino y está de moda. Ha llegado su oportunidad. Pero lo importante es que yo llevo 32 años de profesión y nunca he estado en el paro.

Por repercusión, ¿su interpretación de Laureano Oubiña en Fariña ha sido un antes y un después? 
En Galicia fue brutal, y a nivel nacional también. Fíjate que yo vivo en Villagarcía de Arosa, que es donde pasó todo, y lógicamente allí fue impresionante. Cuando me enteré que se iba a hacer y que lo dirigía Carlos Sedes, le dije: 'si quieres a Oubiña yo tengo el acento de serie'. 

Osea que usted se veía en ese papel... 
Sí, porque es un showman y yo también. Y porque le conozco. Hice Heroína con Adriana Ozores, que contaba la historia de las madres contra la droga; perdí a un hermano por eso mismo como tantas otras personas, y en ese momento me tocó verle y preguntarle qué sabía de eso. Se enfadó muchísimo, claro. Lo que quiero decir es que al final lo que contábamos lo conocíamos muy bien porque nos pillaba de cerca. Yo digo en bromas que Fariña fue nuestro Cuéntame.

¿Ha hablado después con él? 
Lo hice antes del rodaje, y luego sé que le pareció muy mal toda la serie, que la denunció, y ya no quise ni me interesaba dirigirme a él. No es una persona que me interese lo más mínimo.

Soy admirador de grandes secundarios como Laly Soldevilla y Luis Ciges. Y fíjate en Luis Zahera, que ahora ha explotado»

Estuvo en Burgos hace poco participando en un mercado medieval con un montón de productos promocionales con su propia marca y anunciando que iba a escribir otro libro, Desmontando Fariña.
Ya, a ver qué va a hacer. Porque en Fariña queda fatal, como lo que era: un pelele en manos de su segunda mujer -a la primera la dejó con cinco hijos-, que hacía de él, como decimos en Galicia, un pandeiro. Eso a él no le gusta, pero así era. Y, claro, es libre de escribir lo que quiera. A mí, sinceramente, me vino muy bien hacer Fariña. Nos dio a conocer, nos abrió puertas, he hecho a partir de ahí La Unidad, Reyes de la noche, estamos rodando la segunda temporada de Rapa, he rodado en Portugal, en México... Y a ellos, si te digo la verdad, tampoco les ha venido mal.

Comenta que está en un buen momento. Adelántenos esos proyectos que tiene pendientes. 
Estoy rodando en Ferrol la segunda temporada de Rapa con Javier Cámara y Mónica López donde hago de un almirante. Acabo de terminar en Portugal una serie internacional sobre el Camino de Santiago y me toca hacer de un sacerdote gallego. Sigo con Tercer cuerpo hasta el verano que viene y, si todo va bien, voy a estrenar una pieza teatral que me regaló el escritor Domingo Villar, fallecido hace poco. Escribió un montón de novelas negras con enorme éxito y una sola pieza teatral, Síbaris.

¿La escribió pensando en usted? 
Sí, me llamó unos meses antes de morir y me dijo que le gustaría que la representara. Lo íbamos a hacer e incluso se había reservado un pequeño personaje. Pero se murió. Ahora su viuda quiere que la hagamos tal cual, como Domingo la había pensado aunque sin él, claro. Y vamos a cumplir su deseo. Será además algo muy especial porque va a ser la primera vez que me dirija mi hijo y contaremos con la asesoría de Claudio Tolcachir. La representaremos en septiembre del año que viene en Galicia y en gallego, luego la llevaremos a Madrid y para 2024 haremos gira por todo el país. Es una comedia muy a lo Woody Allen, con diálogos brillantes que me encantará traer a Burgos.

'Tercer cuerpo'  es un reto también para el espectador. No es fácil pese a ser una obra entretenida»