El próximo día once de febrero, según el calendario establecido, algunos canales de Televisión Digital Terrestre (TDT), estatales y autonómicos, dejarán de emitir en sus frecuencias actuales en ocho municipios burgaleses y el día tres de marzo en otros dos. A falta de veinte días para que se cumpla el plazo, en teoría el cambio de frecuencias comenzó en septiembre y noviembre de 2019, los alcaldes de varios de estos pueblos aseguran que nadie les ha informado de los pasos que deben dar para adaptar las antenas y repetidores, y desconocen las actuaciones que están realizando el Gobierno central y la Junta.
Este cambio de frecuencias se produce como consecuencia de lo que se denomina Segundo Dividendo Digital por el que se debe liberar, antes del 30 de junio de este año, la banda de 700 Mhz del espacio radioeléctrico para permitir el despliegue de las futuras redes de telecomunicaciones 5G. Este proceso, señalan desde el Ministerio de Economía y Empresa, no va a implicar la desaparición de canales de televisión, "simplemente se desplazan de frecuencias".
En la provincia estos cambios han comenzado por los municipios que se sitúan en zonas limítrofes con otras provincias y comunidades autónomas. En concreto en ocho municipios de la Sierra de la Demanda (área geográfica de Soria), y en los de Berberana y Junta de Villalba de Losa (área de Vizcaya), en los que el 11 de febrero y tres de marzo dejarán de emitir en su antiguas frecuencias algunos canales y los vecinos tendrán que sintonizar en sus televisores las nuevas.
Además de en esas localidades, el proceso también se ha iniciado en el área geográfica de Cantabria, como el Valle de Valdelucio, y de La Rioja, zona de Cerezo de Río Tirón.
Fernando del Olmo, alcalde del Valle de Valdelucio, desconoce que en su municipio el cambio de frecuencia comenzó en noviembre de 2019, apuntando que, "no nos ha dicho nada y no sabemos quien lo tiene que hacer". Del Olmo recuerda que en este municipio "todavía hay pueblos que tiene problemas para ver algunos canales porque en una zona la señal nos llega del repetidor de Coculina y en otras del de Aguilar" y por eso espera que la adaptación "sirvan para mejorar la señal en las zonas con problemas".
En la Sierra de la Demanda, la situación es muy similar y los alcaldes desconocen los pasos que se están y lo que tienen que hacer desde los ayuntamientos para que el día once se produzca el cambio de frecuencias y los vecinos puedan comenzar a resintonizar sus televisores. Montserrat Ibáñez, alcaldesa de Quintanar, manifiesta que "estamos esperando a que nos digan qué tenemos que hacer", mientras que el alcalde de Canicosa de la Sierra, Ramiro Ibáñez, confía en que los trabajos de adaptación ya se estén realizando y resuelvan los problemas de interferencias entre repetidores. "Lo importante es que los servicios lleguen al mundo rural y con calidad", asegura Ibáñez.
Por lo que respecta a este proceso de adaptación, Arturo Pascual, diputado provincial responsable de Nuevas Tecnologías, señala que desde la Diputación "estamos en contacto con la Junta para actuar ante cualquier incidencia o interferencia que pueda generarse en este proceso de adaptación" y asegura que "no hemos tenido ninguna queja, solo que en Trespaderne se ha adelantado el proceso porque tenían interferencias en la señal".
Antenas colectivas. Si en las pequeñas localidades es necesario adaptar los repetidores y no las antenas individuales, en los edificios comunitarios (ciudades y municipios) será necesario adaptar las antenas colectivas. En 357 municipios de la provincia, Burgos norte (219) y Burgos sur (134), y cuatro de Rioja oeste, el encendido de las nuevas frecuencias de TDT comenzará el 17 de febrero. En total, aproximadamente 8.300 edificios de la provincia tendrán que adaptarse al Segundo Dividendo Digital. Para minimizar el impacto económico, el Gobierno concederá ayudas directas a las comunidades de propietarios, oscilando las mismas entre los 104,3 euros y los 677,95.