Un policía burgalés detiene a unos ladrones en Torrevieja

I.E.
-

Su propia familia fue víctima de los rateros, especializados en el robo de bolsos. Corrió detrás de uno de ellos y lo retuvo hasta que llegó la Guardia Civil

Los hechos sucedieron en una playa de Torrevieja. - Foto: Pep Morell (EFE)

Los agentes de la ley también se llevan el trabajo a casa cuando se van de vacaciones. Incluso a la playa. Y si no que se lo digan al policía local burgalés que esta semana pasada detuvo a dos ladrones que estaban haciendo de las suyas en el arenal de Torrevieja. De hecho, su propia familia fue víctima de uno de sus robos.

Los hechos ocurrieron el pasado viernes, 26 de agosto, a las 13 horas en la playa de la ciudad alicantina. Un agente de la Policía municipal de Burgos capital regresaba a la toalla después de darse un baño cuando él y sus parientes se percataron de que les acababan de sustraer varias de sus pertenencias. Decidió telefonear a la Guardia Civil -cuyas dependencias se hayan en Puerto Príncipe- para encontrarse con la patrulla en el puesto de la Cruz Roja del arenal donde se hallaban, a fin de denunciar los hechos.

En el momento en el que el agente se acercaba al lugar donde había quedado con la dotación de la Benemérita, una trabajadora del servicio de alquiler de hamacas se acercó a ellos para informarles de que había dos varones merodeando por la playa intentando robar bolsos. Ella misma les relató que había observado cómo los dos individuos habían tratado de llevarse una mochila que había en el suelo, entre una sombrilla y unas toallas. Como quiera que su propietario les sorprendió, los cacos salieron huyendo del lugar abandonando parte de los efectos que habían robado durante esa mañana, entre los cuales el policía local burgalés vio que estaban los de su familia.

Sin pensárselo mucho salió corriendo detrás de los ladrones, que intentaban marcharse de la playa a todo correr. El policía centró su persecución en uno de ellos y logró darle alcance y reducirlo, tras lo cual lo condujo hasta el puesto de salvamento, que era donde había quedado con la Guardia Civil. Los agentes del Instituto Armado procedieron inmediatamente a su detención, un varón de 19 años que responde a las iniciales M.E.Z.V., que carecería de documentación en esos momentos y sin domicilio conocido. Se enfrentó a un juicio rápido como presunto autor de un delito de hurto.

De hecho, el policía burgalés -que ya ha regresado a la ciudad- tuvo que emplear el sábado en comparecer en dicho procedimiento judicial, al que fue citado por su determinante implicación en el arresto de uno de los ladrones.