Concluye sin pujas la subasta del antiguo penal de Valdenoceda

P.C.P.
-

Las propiedades han sido embargadas por el BBVA, que reclama en vía de apremio una deuda total de 377.035,58 euros

El penal de Valdenoceda está en un pésimo estado de conservación. - Foto: Patricia

El Juzgado número 2 de Villarcayo cerró a las 18 horas de este lunes la subasta del antiguo penal de la dictadura franquista en Valdenoceda y seis fincas aledañas sin que nadie realizase ninguna oferta ni por las tierras ni por el antiguo complejo industrial, tasado de inicio en 200.000 euros.

Las propiedades han sido embargadas por el BBVA, que reclama en vía de apremio una deuda total de 377.035,58 euros a Juan Antonio Echevarría González y Felipe Avendaño Rodríguez.

El conjunto de inmuebles tiene según el Catastro una superficie de 4.470 metros cuadrados, mientras que las huertas y heredades oscilan entre los 14.234 metros cuadrados de la más grande hasta los 1.312 de la más pequeña, y estaban tasadas en 5.000 euros salvo una, que bajaba a 3.000.

Ubicado entre la carretera que lleva al alto de la Mazorra y a Burgos y el río Concluye sin pujas la subasta del antiguo penal de Valdenoceda y las fincas embargadas por un bancoEbro, comenzó siendo una factoría de harinas en el siglo XIX y después albergó la primera fábrica de seda artificial de España, propiedad de los hermanos Alday Redonnet, de la alta burguesía de Santander. Su salto de agua, que todavía produce electricidad, fue uno de los mayores activos para este emplazamiento. Con el traslado de la compañía a Burgos capital, el edificio perdió su uso industrial para convertirse en una prisión en la que murieron cientos de presos de la dictadura franquista, muchos de hambre y de frío, hasta 1945.

Posteriormente, quedó en manos de una familia cántabra afincada en Vizcaya y con metalúrgica en Erandio. Aunque fundamentalmente la utilizaron como casa de vacaciones, en su interior aún permanecen algunas de las máquinas de los talleres vascos.

El pésimo estado de conservación de los inmuebles llevó a la Asociación Hispania Nostra a incluirla en su Lista Roja del Patrimonio. El alcalde de la Merindad de Valdivielso, Jokin Garmilla, pidió este año al presidente del Senado, Ander Gil, que medie para que el Estado levante allí un centro de la memoria histórica.