Una racha de 116 partidos

Ó.C.
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El Mirandés supera el centenar de encuentros fuera de los puestos de peligro en el fútbol profesional

El equipo agradece el apoyo de la afición en el último encuentro disputado en Anduva ante el Ibiza. - Foto: Valdivielso

El Mirandés acaba de finiquitar una temporada complicada en lo deportivo. Aún así, pese a todos los inconvenientes del curso, los rojillos han estado siempre fuera de los puestos de descenso de la clasificación y aseguraron la permanencia con una antelación de dos partidos. Durante el año deportivo, estuvieron cerca del descenso en el ecuador de la campaña, pero la destitución de Lolo Escobar hizo dar un salto al equipo para esquivarlos definitivamente. La cifra final por lo tanto en esta temporada 2021/2022 queda en 42 jornadas fuera del descenso, pero los jabatos suman en las tres temporadas consecutivas en el fútbol profesional 116 fechas por encima de los puestos de peligro. 

En la cifra entra este curso, el pasado con José Alberto en el banquillo y la 2019/2020 con Iraola al frente del equipo jabato. Esa campaña con el técnico vasco fue la única desde el regreso a Segunda en la que el Mirandés pisó uno de los últimos cuatro puestos de la tabla de 22 equipos. Las dudas estuvieron al inicio, con un conjunto prácticamente nuevo, que era uno de los recién ascendidos y que también estrenaba entrenador.

La última jornada en descenso de aquella temporada fue la décima, cuando los rojillos estaba en la décimo novena posición. En aquellos primeros diez encuentros, los rojillos durmieron dentro de la zona roja en cuatro ocasiones. El equipo no encontraba la fórmula, pero pronto empezó a carburar. A partir del undécimo envite los Malsa, Guridi, Merquelanz o Marcos André comenzaron a mejorar y sobre todo, a ganar partidos.

Tuvieron 32 jornadas de tranquilidad, e incluso llegaron a coquetear con la fase de ascenso. De hecho, en la 33 llegaron a meterse en el play off y también hay que recordar que aquel equipo disputó unas semifinales coperas frente a la Real Sociedad, que finalmente ganó el torneo. Además, en aquel curso explotó la pandemia, lo que lastró a un equipo que iba lanzado y que a pesar de luchar por la fase de ascenso acabó cómodamente en mitad de tabla.

Segunda campaña. Con la marcha de Iraola al Rayo Vallecano, el Mirandés encaraba una nueva temporada en la que también había que construir un equipo prácticamente de cero. De nuevo también había técnico nuevo: José Alberto López. El asturiano empezó bien y logró hacer un equipo competitivo desde las primeras jornadas.

Esa cualidad motivó que estuviera las 42 jornadas por encima de los puestos de peligro, con jugadores de referencia como Vivian, Javi Muñoz o Iván Martín. La defensa era la base de un equipo al que le costaba hacer gol y seguramente esa debilidad ofensiva provocó que no llegaran a entrar en play off, aunque en la jornada 27 estaba a dos puntos.

Al terminar el director deportivo, Chema Aragón, aseguró en el balance final de temporada que «había plantilla para más, pero nos caímos al final». A pesar de esa sensación, el mérito de salvar un curso como aquel año y como el que acaba de terminar, supone un mérito para un bloque como el de los rojillos, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría y que con la política de cesiones tiene que hacer prácticamente de cero las plantillas.

Este verano, a la espera de disipar todas las dudas con el director deportivo, la construcción partirá al menos de contar con el técnico, lo que supone una novedad para un equipo que suma 116 jornadas en el fútbol profesional sin pisar los puestos de descenso.