Burgos entra en la puja por los organismos descentralizados

H. JIMÉNEZ
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El Ayuntamiento ya ha emprendido contactos con el Ministerio de Sanidad para ofrecer la ciudad como destino de «una sede territorial del Centro Nacional de Salud Pública», informa el alcalde

La Escuela de Relaciones Laborales ya se ofreció al Ministerio del Interior. - Foto: Valdivielso

La descentralización del Estado es uno de los empeños políticos del nuevo Gobierno, uno de los hilos conductores de su discurso en las últimas semanas y, aunque faltan por concretar casi todos los detalles sobre su desarrollo y aplicación, ya ha empezado a despertar interés en los ayuntamientos, diputaciones y autonomías de buena parte de España.

Como parte de la lucha contra la despoblación y en la búsqueda de una mayor cohesión territorial, esta dispersión se ha convertido en una llamativa promesa del Ejecutivo que ha puesto los dientes largos a multitud de administraciones. El emplazamiento de cualquier organismo público supone, a priori, una garantía de creación de puestos de trabajo estables como acaba de suceder en Miranda de Ebro con el Centro de Competencias Digitales inaugurado hace unos meses.

La ciudad de Burgos quiere aprovechar este tren y el alcalde de la ciudad ha mantenido contactos en los últimos días con responsables de Madrid para poder atraer alguno de esos organismos descentralizados. Tras la reciente decepción del Centro de Estudios Penitenciarios, que se marchó a Cuenca por ser la ciudad natal del director general de Instituciones Penitenciarias y dejó a la capital burgalesa con la miel en los labios, Daniel de la Rosa quiere moverse con rapidez y ha hablado con el Ministerio de Sanidad para lograr un centro de tipo sanitario.

Se trataría, según explica el alcalde, de «una sede territorial del Centro Nacional de Salud Pública». A raíz de su presidencia de la Red de Ciudades Saludables, De la Rosa tiene hilo directo con la dirección general correspondiente y en cuanto supo hace unas semanas de la creación de un Centro Nacional «ofrecí la ciudad, que se vende sola por su ubicación y sus servicios, y la puse a disposición del Ministerio», explica.
El Centro está todavía en fase embrionaria, se espera que podría empezar a funcionar a partir de 2022 y tendría entre sus cometidos la gestión de pandemias como la que todo el planeta está sufriendo con la covid-19, pero también labores de educación en hábitos de vida saludable. «Inicialmente se especuló en los medios con que la sede central estaría fuera de Madrid, pero finalmente hablaríamos de centros territoriales, y ahí queremos estar cuando se concrete una convocatoria para acogerlos».

Está por ver cuál sería el tamaño de este centro o su número de trabajadores. Un edificio de tamaño medio podría bastar para acoger esta sede territorial. Y De la Rosa habla de tres inmuebles concretos que podrían servir para cualquier propuesta de organismos descentralizados que lanzase el Gobierno.

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