Es ya un clásico del verano ver máquinas y calles cortadas por la tradicional campaña de asfaltado. En esta época hay menos burgaleses en la ciudad y los trabajos causan menos perjuicios. La de este ejercicio arrancó esta misma semana teniendo como objetivo la mejora del firme de 20 calles y con una inversión de 650.000 euros pero este año se quería llevar a cabo de manera simultánea otra extraordinaria más ambiciosa dotada con 2 millones de euros para mejorar íntegramente una docena de vías.
Sin embargo, problemas con el contrato van a retrasarla previsiblemente hasta otoño. Al parecer en el área de Intervención pusieron algún reparo al pliego de condiciones del concurso y se devolvió de nuevo a la sección de Vías Públicas para que lo solucione. Con el mes de agosto de por medio, tardará en publicarse en la Plataforma de Contratación del Sector Público. Posteriormente, se tendrá que abrir el plazo de presentación de ofertas, estudiarlas y adjudicar el contrato por parte de la mesa de contratación. De este modo, hasta octubre no podrían iniciarse los trabajos.
Esto supone un problema, dado que el asfaltado requiere de una determinada temperatura y que no se produzcan lluvias y quizás no se puedan llevar a cabo la totalidad de los objetivos previstos. Desde el PP lamentan esta situación y recuerdan que hubiera sido posible incluir en el pliego la utilización de mezclas bituminosas semicalientes, que son más sostenibles.
Las vías que está previsto incluir en esta campaña son la avenida Monasterio de las Huelgas, calle Reina Leonor, Pozanos, avenida de las Islas Canarias, calle Madrid, plaza Vega, calle Vitoria (tramo desde plaza del Rey hasta avenida de la Constitución), calle Vitoria (desde el cruce con Sáez Alvarado hasta calle Alcalde Martín Cobos), Juan Ramón Jiménez, carretera Poza y calles Merindad de Castilla La Vieja y Merindad de Montija, estas dos últimas en Villalonquéjar.
En la avenida del Monasterio de Las Huelgas, carretera de Poza y la Merindad de Montija la intervención se hará en su totalidad y en el resto se actuará en tramos. En todos los casos se arreglarán los hundimientos existentes excavando hasta 50 o 100 centímetros de profundidad, dependiendo de su grado de degradación, para una posterior reconstrucción con capas de zahorra y mezclas bituminosas.