Se ha dado prisa el Ministerio de Fomento en ejecutar una reparación de urgencia del puente de la AP-1 para poder reabrir este jueves el tráfico en la vía a la altura de Pancorbo, que quedó cortado en sentido Vitoria el jueves después de que un transporte especial golpeara y dañara la estructura del paso elevado. 

Ya se ha realizado la demolición del tablero dañado de la estructura en el vano afectado (sobre la calzada cortada) mediante corte con sierra de disco y la ayuda de dos grúas, y ayer ya se trabajaba en el traslado de los residuos generados y la re-instalación de las barreras de seguridad que ha sido necesario desmontar para esta operación. La circulación se reabrirá primero en el carril derecho de la autopista, en sentido Vitoria, y luego los dos, «siempre garantizando la seguridad de usuarios de la vía y trabajadores de la obra». Queda pendiente la reconstrucción del paso superior, el que da continuidad a un camino agrícola, para lo que se está analizando técnicamente la mejor alternativa, según señala el Ministerio de Fomento.

El subdelegado del Gobierno, Pedro de la Fuente, ha resaltado la celeridad con la que se ha actuado en una vía de gran importancia para las comunicaciones de la provincia, más aún cuando se acercan fechas en que se incrementarán los desplazamientos de vehículos con los puentes del 12 de octubre, 1 de noviembre y del 6 de diciembre.

Dos grúas retiraron ayer la estructura dañada del puente. - Foto: Valdivielso

La semana pasada el impacto de un transporte especial de estructuras metálicas con exceso de gálibo provocó daños de gran importancia en el puente sobre la autovía AP-1 en el kilómetro 62, a la altura de Pancorbo. Desde entonces, los vehículos que circulan en sentido Irún han sido desviados por la Guardia Civil de Tráfico hacia la N-1 en la salida de Pancorbo para reincorporarse en la entrada de Ameyugo, una vez pasado el tramo afectado por los daños en el puente.

El camión destrozó parte de un paso elevado de 4,60 metros de altura. El choque generó daños estructurales en la parte inferior de la pasarela y varios trozos de hormigón cayeron sobre la carretera, generando un riesgo para la circulación. El desprendimiento afectó a un turismo y a una furgoneta, la cual también colisionó contra el tráiler. Fuentes del servicio de emergencias 112 de Castilla y León señalaron que ninguno de los conductores ni ocupantes necesitó de asistencia médica.

El accidente provocó kilométricas retenciones y ralentizó el tráfico a partir de Briviesca. La DGT decretó en un principio el nivel negro a la espera de evaluación de daños e intervención en la infraestructura afectada. La Benemérita desvió a los vehículos que circulaban en dirección Miranda a la N-I en la salida de Pancorbo, si bien podían volverse a incorporar una vez pasaban la zona siniestrada, en Ameyugo. Este corte de la calzada se mantiene hasta hoy.