Aunque no había grandes esperanzas puestas, el Ayuntamiento de Burgos sabe ya que no podrá recuperar ni un solo euro de los 238.000 que le dejó de deuda el antiguo inquilino de la cafetería Espolón (también conocida como Polisón), quien apenas pagó unas pocas mensualidades desde junio de 2015 hasta que en diciembre de 2020 se vio forzado a abandonar el negocio. Lo hizo después de que el Juzgado de lo Mercantil Número 1 de Burgos aceptara la resolución del contrato que le había solicitado el Consistorio capitalino.

La concejala de Patrimonio, Sonia Rodríguez, relata de que después de que el administrador concursal de la sociedad que regentaba la cafetería Espolón presentara el plan de liquidación de la misma, con todos los bienes disponibles  y una propuesta distribución de pago a los deudores, lo que se supo es que los fondos existentes no daban, ni de lejos, para cubrir las deudas pendientes. Al Ayuntamiento le tocaba ponerse a la cola ya que antes que él tenían derecho a cobrar los trabajadores, la Seguridad Social, el Ministerio de Hacienda... Dicho de otra manera, al Consistorio, de la misma manera que a varios proveedores, no le correspondía ingresar nada.

Rodríguez recuerda que cuando ellos llegaron al Ejecutivo municipal se encontraron con que el negocio acumulaba cerca de cuatro años de impagos. Y fue al año siguiente de obtener la Alcaldía de la ciudad cuando lograron, después de una intensa pelea, que el juzgado accediera a la resolución del contrato y de esta forma lograr que la deuda dejara de crecer y el Ayuntamiento pudiera volver a tener a su disposición local. Aunque no es menos cierto que desde entonces, por distintos avatares, ha permanecido cerrado y sin generar ingreso alguno a las arcas municipales. Una situación que parece que se va a corregir en breve ya que recientemente se ha conocido que existe una propuesta de adjudicación. Conor Easy, la empresa que gestionará el local, pagará 3.000 euros al mes.

Ya en aquel pronunciamiento del Juzgado de lo Mercantil se advertían pocas posibilidades de cobrar la deuda de la que habla el Ayuntamiento ya que en aquella sentencia se hablaba ya de que el activo de la mercantil se situaba en los 159.856 euros. Ya entonces se sabía que al menos 78.000 euros no se iban a recuperar nunca, pero había una mínima esperanza de que algo de dinero se pudiera llegar a ingresar.

No fue así ya que a la vista está que la deuda de la sociedad debía de situarse al menos en los 397.000 euros (los 159.856 que sumaba el activo más los 238.000 que se le debían al Ayuntamiento).

Aunque el final no haya sido el esperado, en el Consistorio dan carpetazo ya a este expediente.