Rafael Torres

FIRMA SINDICADA

Rafael Torres

Periodista y escritor


El cheque

29/12/2022

El cheque de 200 euros que el Gobierno ofrece a las familias con bajos ingresos como ayuda para enjugar la inflación, y que forma parte de la anunciada batería de medidas destinadas al mismo fin, no llegará, como mínimo, hasta dentro de mes y medio. Para entonces, el cheque ese llegará, pero las familias a las que va destinado puede que no lleguen.

Esa ayuda en metálico, que no por raquítica dejará de ser bienvenida por las familias en apuros que puedan acceder a ella, esconde, o lo pretende, la ausencia de una política seria, radical, para combatir la desigualdad y la pobreza. Cuando las grandes corporaciones, empresas y superficies comerciales se están forrando con la inflación que atormenta a esas familias, pues aprovechan el aumento de los costes para incrementar desproporcionadamente sus márgenes de beneficios, no parece que esos 200 euros que acabarán finalmente en sus arcas vayan a redundar como debiera en el alivio económico de quienes más lo necesitan.

Pero eso no le ocurre sólo al cheque, sino también a las bajadas o supresión del IVA en unos cuantos alimentos de primera necesidad, y que lo más probable es que no suponga su abaratamiento, siquiera mínimo, para el consumidor. Cuando los precios que paga éste suben, ya no bajan ni sin IVA ni sin IVO, y por mucho que diga el Gobierno que andará vigilante para que eso no ocurra y que crujirá con multas a quienes no repercutan esa reducción en el precio final, no hay más que esperar para ver en los bolsillos de quién acaba.

Todo lo que no sea una limitación en los precios de los artículos básicos, un "precio político" como se decía antiguamente, no puede sino alimentar a los ahítos de alimentos, y no a quienes andan escasos de ellos y no les llega para pillarlos ni con cheque ni sin cheque. Será todo lo intervencionista que se quiera, de difícil implantación y hasta de complejo encaje legal, pero si desde el Gobierno no se dice hasta aquí hemos llegado en lo de amasar más y más beneficios a costa de las penurias de una mayoría carenciada, esto seguirá siendo como lo del chocolate del loro, que no sé muy bien qué es, pero que viene al pelo.

A quienes necesitan seguridad en el empleo, salarios dignos y acordes con el coste de la vida, alquileres de vivienda asequibles y prestaciones sólidas y no caritativas del Estado, se les dará un cheque de 200 euros y una quimérica reducción del IVA. Algo es algo, pero no es eso.