Los desencuentros entre los hosteleros y las concejalías de Comercio y Festejos para la organización de la Feria de Tapas de San Pedro, después de dos años de parón por la pandemia, van en aumento. Hasta tal punto, que la muestra está en aire y «hay una elevada posibilidad de que no pueda celebrarse», tal y como avanza el presidente de la patronal del sector, Fernando de la Varga, quien anuncia una próxima reunión con los caseteros para tomar una decisión al respecto.

El último encuentro entre ambas partes tuvo lugar ayer, cuando por fin se cerraron las ubicaciones definitivas, el paseo de la Sierra de Atapuerca y el paseo Marceliano Santa María, aunque en esta última se decidió bajar la cita al propio paseo del Espolón debido a las actividades que se programan en la zona de los cuatro reyes.  No obstante y antes de que esto se acordara, De la Varga asegura que se propuso un nuevo emplazamiento por parte del Ayuntamiento, que era llevar el evento gastronómico a la plaza de España, lo que fue descartado por la patronal. «Es una tomadura de pelo que nos propongan un nuevo emplazamiento a un mes vista de las fiestas», subraya, haciendo referencia a que el tiempo apremia y la feria «no se monta en dos días», poniendo como ejemplo las provisiones de género y la contratación de personal.

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