La automoción burgalesa aguanta sin un solo ERTE activo

L.M.
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Las fábricas llevan meses sin tener que pactarlos, mientras que Lear, la única que lo tiene en vigor -pero no lo aplica-, ha aumentado dos horas el turno de tarde

La automoción burgalesa aguanta sin un solo ERTE activo

El colapso que sufre la cadena de suministros desde hace cerca de dos años está alterando -y mucho- la actividad de los fabricantes de vehículos. La dependencia de los famosos microchips, indispensables para el ensamblaje de turismos, furgonetas o camiones, provoca que las grandes marcas se las estén viendo y deseando para lidiar con la escasez de estos materiales.

Todas las plantas de montaje de España, que tienen en la provincia una importante industria auxiliar, llevan deteniendo y reanudando su producción en función de la llegada de estos componentes. Sin embargo, las firmas burgalesas están logrando aguantar el envite y resisten el órdago con buena salud. En estos momentos, según fuentes sindicales, no hay ningún Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) en activo dentro de este sector. Es más, el único que hay pactado y firmado, el que afecta a los empleados de la multinacional Lear, no se está aplicando desde hace semanas. La reactivación de la factoría de Mercedes Benz en Vitoria ha generado incluso un aumento de 2 horas de trabajo en el turno de tarde. Otro de los grandes de la automoción burgalesa como Grupo Antolin lleva sin rastro de ERTE desde finales de junio, mientras que en Benteler, tras la firma del convenio, están trabajando a buen ritmo e incluso contratando personal temporal para ajustarse a la demanda de sus clientes. Ubisa o Grupo Cropu tampoco tienen ninguno activo.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)