Un año de cárcel por hacer propuestas sexuales a un menor

I.E.
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El condenado entabló relación con la víctima, de 14 años, en verano de 2019, cuando era encargado y camarero de unas piscinas de Burgos

Varios ciudadanos, a las puertas de los juzgados de Reyes Católicos. / jesús j. matías - Foto: Jesús J. Matías

El antiguo encargado del bar de unas piscinas de Burgos ha sido condenado a un año de prisión por abusar sexualmente de un menor de 16 años al que enviaba mensajes de contenido libidinoso a través de la aplicación Instagram. El juzgado de lo Penal número 2 de Burgos, en una sentencia que acaba de confirmar la Audiencia provincial, le prohíbe que ejerza cualquier profesión que conlleve el contacto regular y directo con menores por un tiempo de tres años.

Los hechos tienen su origen en el verano de 2019, cuando el acusado conoció a la víctima y a sus amigos, por ser clientes habituales de la piscina y del bar de la misma. Fue en esas fechas cuando estrechó su relación con el menor y se ganó la confianza de éste invitándole a tapas de patatas bravas, bollos y helados. También le propuso participar en partidas de póker.

En el verano del año siguiente, el procesado y el adolescente comenzaron a hablar por la red social Instagram, en unas conversaciones en el que el primero propuso al segundo «la realización de actos concretos y presenciales de naturaleza sexual», con unos mensajes de tono elevado y «con ánimo de satisfacer su deseo y lesionar la indemnidad sexual» del menor.

En esas propuestas que le hacía le trataba de convencer diciéndole que le invitaría a bebidas alcohólicas y que abriría las piscinas para los dos solos. A pesar de que el menor sabía que esos mensajes «no eran adecuados para él» no le dijo nada a su madre «por vergüenza». Sin embargo, ésta se enteró por sus amigos, se informó, pidió consejo y acabó denunciando los hechos ante la Guardia Civil, que inició las diligencias que culminaron en el juicio.

La Audiencia da por buena la sentencia de instancia y hace caso omiso a la alegación del condenado que aseguró no conocer la edad concreta del menor. De la prueba practicada se desprende que el acusado tuvo que ver en algún momento el DNI de la víctima para darle de alta en las piscinas.