Renfe mantiene su apuesta de unificar los talleres de mantenimiento ferroviario de Miranda. La iniciativa se hizo pública hace meses, sin embargo, aún no se habían establecido los plazos que manejaba la entidad para finalizar el proyecto. Ahora, desde la compañía estatal anuncian que las obras para integrar la nave de material remolcado en su nuevo emplazamiento comenzará en 2023 y, según prevén, deberá pasar «un periodo de dos años y medio para que culmine el proceso». Por tanto, la «racionalización» de estos centros de trabajo no concluirá, al menos, hasta 2026.
Desde la entidad aseguran que «el proyecto de esas nuevas instalaciones está ahora en fase de redacción de documentación y especificaciones técnicas para la licitación de la racionalización de los talleres». Así, calculan que podrán comenzar las obras el próximo ejercicio y no variarán la ruta pautada. En este sentido, el primer paso, que se centra en derribar tres de las naves de material motor, está cerca de darse.
Hace menos de una semana, los operarios de Renfe acudieron a las instalaciones para limpiar y realizar las tareas previas al derribo de los edificios. Aunque estas labores no tienen una fecha de finalización asignada, los bloques deberán estar derruidos en 4 meses, puesto que en el contrato se fijó ese plazo.
El derribo de las naves del taller de material motor le ha costado al operador cerca de 200.000 euros. No obstante, el presupuesto que maneja Renfe para acometer todo el proyecto de integración «contempla una inversión de 3,3 millones de euros». El grueso de ese dinero se divide en varias partidas. Según explican, podrán acometer «la demolición, remodelación de oficinas, actuaciones en infraestructura, adecuación de naves existentes o el Centro de Competencias Digitales», entre otras cosas.
Este espacio destinado a desarrollar elementos multimedia ha cumplido su primer aniversario en la sede provisional de Bayas y suma 50 profesionales. Por su parte, los talleres también generan multitud de trabajos. La integración de estos centros no supondrá una disminución de las plazas. Al revés, internalizarán empleados que estaban vinculados a firmas auxiliares.