Un nómada excéntrico y precario que viaja con un carromato lleno de cachivaches de cuestionable valor. Un feriante decadente que usa a destiempo los objetos de los que se quiere deshacer porque le traen recuerdos. Un vendedor de sueños ambulante que enseña todas sus habilidades para mantener la atención. Ese mundo del comerciante que recorre los pueblos sin mucha suerte es el que encarna Gopodin Tuba, el protagonista de Souvenirs, el nuevo montaje de la compañía burgalesa Kicirke que se estrena el 13 de febrero.
"Souvenirs, en realidad, tiene un doble sentido. Durante el espectáculo el protagonista intenta venderlo todo porque quizá sea la última función, la última parada que vaya a hacer. Y a la vez los objetos que utilizo y que inspiran mis números son recuerdos de mil sitios donde he estado", apunta Kike Sebastián, que cuenta con cencerros del Líbano y el Bierzo, baúles malagueños o cascos del rastro.
Con una estética del vodevil de los años 30, cuando el actor y comediante viajaban con escasos recursos y el género estaba a punto de morir, Souvenirs es el primer montaje que Kicirke prepara específicamente para sala. "Me lo planteé en recinto cerrado por el tipo de espectáculo, porque la fotografía, luces e imágenes de la escenografía completa son muy chulas, y porque se trabaja más cómodo en estos tiempos. Aunque no concibo la cuarta pared como tal y me relaciono como siempre con el público", afirma el actor.
En el carromato que se va desplegando conforme avanza la acción convive Gopodin Tuba con otros personajes, todos antihéroes que se expresan en grammelot -ese lenguaje ininteligible-, y que tratan de sobrevivir demostrando sus habilidades. Hay un equilibrista, una cantante de ópera y un gentleman encarnados por Sebastián en el que reconoce su espectáculo "más exigente" a nivel físico, artístico y técnico. "Está todo muy controlado y medido para los cambios de vestuario y los números. Al principio no sabía hasta dónde iba a llevar. Pero si no lo hago ahora, cuándo lo voy a hacer", añade seguro de sí. Y eso que por la pandemia ha aligerado un poco, porque al principio la escenografía contaba con varias puertas y ventanas más. "Cuando tuvimos que parar me lo replanteé y opté por una idea más minimalista. No quería meterme en un montaje muy heavy y quedarme colgado. Mi dije 'prepáralo para que puedas hacerlo tú solo por si acaso'".
Pero por el camino ha tenido mucha compañía. Para arropar sus números de magia cómica, equilibrios, malabares y música con instrumentos como cencerros o bocinas, Kike Sebastián ha contado con Diego Galaz para la composición de varios de los temas musicales, David Santamaría le ha ayudado con la escenografía, Román Muñoz en el atrezo, Roberto Ordóñez con el trabajo en madera, Mi Medusa en colaboración con Violeta Ollauri en el vestuario y cuenta con Jorge da Rocha como técnico. Souvenirs, que tiene una ayuda CREA de la Fundación Caja de Burgos, se estrena el domingo 13 en Cultural Cordón a las 12.30 horas (8 euros).