Notas de tempranillo en un lienzo en blanco

I.M.L.
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La gala de entrega de los Premios Envero en el Museo Reina Sofía sirvió para enmarcar la relevancia de los vinos de la DO Ribera del Duero en la economía y la tradición cultural de Aranda y su comarca

Los galardonados en la cata ‘1.000 siempre aciertan’ y el Envero de Honor de la cooperativa Tierra Aranda compartieron escenario para cerrar la gala. - Foto: Juan Lázaro (ICAL)

Y el vino se hizo arte ayer, de la mano de los ganadores de los XXIII Premios Envero, que organiza el Ayuntamiento de Aranda de Duero para poder reconocer a los mejores vinos de la DO Ribera del Duero. Una cata de mil participantes eligieron el palmarés entre 213 referencias de 77 bodegas y los creadores de los siete vinos ganadores recogieron este reconocimiento en el Centro de Arte del Museo Reina Sofía. Un maridaje entre dos artes, el pictórico y el de la creación de estos vinos, que dejó un buen sabor de boca a los asistentes y se convirtió en un aperitivo perfecto para animarles a disfrutar de las 22 razones para visitar Aranda de Duero, dentro de la celebración de la Ciudad Europea del Vino a lo largo de todo este año.

La gala se desarrolló con gran naturalidad, tanto que la primera en intervenir, la edil de Promoción y Turismo del Ayuntamiento arandino, Olga Maderuelo, se saltó el protocolo marcado para personificar en Javier Iglesia el agradecimiento al equipo que hay detrás de la organización de estos premios, dado que tiene cercana su jubilación. Maderuelo no desaprovechó la oportunidad para resaltar que con estos premios «intentamos poner nuestro granito de arena para que todo el mundo entienda mejor los vinos para que los pueda disfrutar».

Ella fue la encargada de leer el acta por el que se otorgó del Envero de Honor 2022 a la Bodega Cooperativa Virgen de las Viñas, con sus vinos Tierra Aranda y que este año cumple 60 años. Su presidente, Joaquín Rojo, salió emocionado al escenario para agradecer en nombre de todas las familias de cooperativistas este galardón. «Se trata de una distinción especial por varios motivos, dice el refrán que no es fácil ser profeta en tu tierra, especialmente tratándose de Aranda de Duero, Capital de la Ribera del Duero y Ciudad Europea del Vino 2022, Villa en la que todos aquellos que nos dedicamos a la elaboración de vino, nos miramos tratando de hacernos un hueco para estar presentes entre sus gentes, nuestros vecinos», aseguró Rojo.

Un premio honorífico y muy aplaudido que se encargó de entregar la alcaldesa de Aranda, Raquel González, que puso de relevancia el mundo del vino en la ciudad. «Son una parte de esta marca de calidad y de la oferta turística de la ciudad. Crea riqueza y conserva y transmite un legado patrimonial, además de fijar población», enumeró esas razones para resaltar la labor de «los cooperativistas que saben mucho de esfuerzo y de tradición, con 60 años de historia y ser impulsora de la DO, por eso merecen el Envero de Honor», insistió.

La gala contó con el monologuista Miguel Martín como maestro de ceremonias y la presencia de autoridades como el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente, las diputadas Milagros Marcos (PP) y  Esther Peña (PSOE), la senadora Mar Arnáiz (PSOE) y los presidentes de la DO Ribera del Duero y de la Ruta del Vino Ribera del Duero, Enrique Pascual y Miguel Ángel Gayubo, respectivamente.

Los premiados fueron subiendo a recoger el trofeo joya que les acredita como los mejores vinos esta edición. Isacio Arranz, de Bodegas Vitulia, puso en valor la variedad albillo mayor como «padre del tempranillo», al recoger el galardón en la categoría de blancos. Por Raíz y Quesos de Páramo de Guzmán, Cayetana Santos Martínez de Azcoitia repitió presencia en el escenario al recoger los galardones en las categorías de rosado, que empezaron a elaborar por su abuela, y tinto joven, destacando que «buscamos la mejor uva para la máxima expresión de la fruta» y acabar su intervención con un «¡con Ribera si!». En la categoría de joven roble, Natalia Sanz, de la Bodega Señoría de Bocos, Galo López de Bodega López Cristóbal por los crianza, Eduardo Sabio, de Bodegas Nabal en los reserva y Rubén Pérez , de Altos de Ontañón, para los de alta expresión fueron los encargados de recoger sus galardones.