Cinco pueblos optan a medio millón para empleados y bonotaxis

ARSENIO BESGA
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Pancorbo, Santa Gadea del Cid, Bozoó, San Zadornil y Lantarón se unen para solicitar una ayuda estatal. Buscan «mejorar la calidad de vida de los vecinos»

Cinco pueblos optan a medio millón para empleados y bonotaxis - Foto: A.B.

Cinco pueblos del entorno de Miranda se han unido para solicitar al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico una subvención de medio millón de euros relacionada con la lucha contra la despoblación. En el diseño del proyecto ha colaborado la Asociación de Municipios en Áreas con Centrales Nucleares (Amac) y desde esta organización explican que su idea tiene dos líneas esenciales. En primer lugar, buscan contratar personal para llevar a cabo servicios básicos y, por otro lado, quieren contar con «bonotaxis» para garantizar que los ciudadanos pueden desplazarse por la comarca. La lista de localidades que aspiran a esta línea de financiación incluye a Pancorbo, Santa Gadea del Cid, Bozoó, San Zadornil y Lantarón.

Conforme describen desde Amac y desde el Ayuntamiento de Pancorbo, «se intenta de mejorar lacalidad de vida de los vecinos». De forma más concreta, en el diseño que han presentado exponen que este proyecto permitiría «frenar la despoblación» y, además, fomentaría «la cooperación entre municipios». El tercer punto esencial en las justificaciones del programa anuncia que, si reciben la subvención, será posible «proteger y apoyar a las personas más vulnerables, proporcionando independencia y autosuficiencia».

En este sentido, al margen de la contratación de operarios y técnicos, se alza como indispensable obtener un servicio de transporte accesible. Pretenden que cada corporación local se encargue de ofrecer un «bono casi gratuito para el uso de un taxi». Por ejemplo, proponen hacer un pago «simbólico» de 5 euros por cada 10 viajes y que el resto lo pague cada Ayuntamiento con la subvención. Este amplio descuento se destinaría tanto a los mayores de 60 años como a las personas discapacitadas o, también, a unidades familiares que no dispongan de un vehículo.

El uso de los bonotaxis está ideado para actividades esenciales y no para trasladarse por la comarca con fines recreativos. Así, en su diseño aclaran que se emplearía para tareas diarias como «comprar, ir al médico, bancos o farmacia». Según sostienen en estos pueblos, existe una «gran carencia de servicios de transporte público y en muchos lugares es inexistente». Además, recuerdan la «gran dependencia» de muchos vecinos y opinan que esta propuesta solventaría sus problemas.

De igual manera, la contratación de trabajadores arrojaría luz en multitud de viviendas de Pancorbo, Santa Gadea, Bozoó, San Zadornil o del municipio alavés de Lantarón. En esta sección del documento, los pueblos incluyen tres campos en los que una serie de empleados ayudarían al correcto desarrollo de las vidas de los vecinos. El área de actuación principal se vincula también con el medioambiente. Básicamente, proponen incorporar a 12 operarios para «mejorar la accesibilidad y seguridad del entorno urbano con pequeñas actuaciones», «desbrozar, limpiar y acondicionar caminos o senderos para que puedan pasear», y «llevar hasta sus casas leña» que actualmente se «desaprovecha».

El segundo campo que buscan repoblar de profesionales, a su vez, se ramifica en dos vertientes. Por una parte, desean incorporar a un monitor deportivo a fin de mejorar la salud de los habitantes. Por otro lado, consideran relevante contratar a un técnico especialista que desarrolle en estos pueblos un «plan estratégico» para continuar combatiendo la «despoblación». Además, avanzan que esta persona podría encargarse de crear un programa de «difusión del territorio» y, con ello, dinamizar la economía en el medio plazo.

TALLERES MEDIOAMBIENTALES. El importe solicitado por estos cinco municipios de la zona llega «al máximo» posible dentro de esta línea de financiación marcada por el Gobierno para municipios de menos de 5.000 habitantes. Por tanto, han pedido 500.000 euros y, con esa cuantía, creen que no solo podrían contratar personal y hacer accesible el transporte, sino que se implicarían en la educación de sus vecinos. Así, el montante que restase lo emplearían en «talleres medioambientales» que sirvan para «concienciar sobre la importancia de utilizar adecuadamente los recursos naturales de la zona».