De un glorioso 2021 a un doloroso 2022

CARMELO PALACIOS
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«Soy de los que piensa que las cosas suceden por algo e igual esto nos vino bien a todos, a mí, a la directiva, a la afición... para valorar lo que se tuvo durante esos 5 años de gloria y saber por lo que luchamos ahora», reflexiona Félix Sancho

Sancho posa con los trofeos logrados entre 2020 y 2021, que se encuentran en una ‘caja fuerte’ en la nueva tienda del club. / alberto rodrigo - Foto: Alberto Rodrigo

El otro día era 2021 y el Hereda San Pablo se dedicaba a acumular títulos europeos e internacionales en sus vitrinas. Fue una época dorada sin precedentes para el deporte burgalés, pero aquel sueño se desvaneció de golpe entre finales de ese año y un 2022 para olvidar. «Soy de los que piensa que las cosas suceden por algo e igual esto nos vino bien a todos, a mí, a la junta directiva, a la afición... para valorar lo que se tuvo durante esos cinco años de gloria y saber por lo que luchamos ahora: volver a estar ahí», reflexiona Félix Sancho, presidente del club. «Es un año de transición, un castigo que tenemos que pagar por todas esas bonanzas. La temporada pasada pagamos errores claros», reconoce con cierta resignación. 

La película ha cambiado mucho y nada tienen que ver los momentos más felices y más tristes de un año y otro. En 2021 sobraron los instantes de éxtasis, mientras que en 2022 han brillado por su ausencia. «¿El mejor momento?», se pregunta Sancho a la vez que suspira. «No destacaría ninguno, pero quizá el que más ilusión nos trajo fue ganar en Murcia cuando era el equipo revelación de la ACB. Parecía que respirábamos un poco, pero fue un espejismo. Tristemente, fue lo más feliz de la temporada», comenta.

Respecto al peor día no tiene duda. El descenso ante el Fuenlabrada con el Coliseum lleno es algo que todavía se le pasa por la cabeza y no consigue entender. «Fue imperdonable. Sigo pensando que a ese partido salimos vencidos y no puede ocurrir con 10.000 tíos detrás. No puedes perder 10-0 en el minuto 1 porque eso quiere decir que no has venido. La actitud, eso fue lo más duro. No se puede permitir. Tal vez no supimos trasladar el mensaje a los jugadores», lamenta Sancho.

Como presidente, admite que ha «sufrido mucho» y que ha sentido impotencia. «Lo llevas mal porque entiendes lo que te dice la afición, conoces la problemática del equipo... Te desgastas, luchas y ves que las cosas no funcionan aunque traigas a Michael Jordan. No sabes por qué. Al final, pasas malos ratos, estás de mal humor... esto no deja de ser una pasión», concluye el mandatario burgalés, que ha recuperado el optimismo con la llegada de Segura.