Grandes empresas de Aranda reducen un 15% su gasto energético

L.N.
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El objetivo de Michelin es conseguir un descenso del 37% en 2030. GSK ha invertido 200.000 euros en acciones enfocadas directamente a rebajar este consumo. Y en Tecnoaranda ultiman la instalación de placas

En Agroalimentaria Chico disponen de una plantación solar en su fábrica de piensos en Aranda de Duero. - Foto: ACH

El espectacular alza del coste de la energía ha puesto en aprietos a multitud de empresas. Las facturas se han disparado durante los últimos meses, justo cuando la economía apuntaba a una reactivación tras los duros meses de la pandemia.En este contexto, la espiral alcista del precio de la electricidad empieza a convertirse en un lastre cada vez más pesado que amenaza los márgenes de negocio, como advierten los propios empresarios. Frente a ello, el tejido industrial de Aranda y la Ribera del Duero ha movido ficha en un intento de contener la sangría que supone afrontar semejantes recibos energéticos. 

Las grandes empresas implantadas en la capital ribereña cuentan con estrategias energéticas encaminadas a combatir este impacto y ya logran reducciones de entre el 15 y el 20%. Es el caso de Michelin, donde cada año elaboran un Plan de Progreso, de forma que disponen del 100% de iluminación con tecnología LED. También en GSK remarcan su compromiso con la reducción del consumo energético, algo que se refleja con una inversión de 200.000 euros. En el caso de Pascual, ha puesto en marcha 20 proyectos desde 2016 que les han permitido reducir la huella de carbono y rebajar su gasto un 15%. Mientras, en Tecnoaranda, donde fabrican torres eólicas, han disminuido el consumo energético por tramo fabricado en un 23% y aspiran a sumar un 12% adicional con próximas iniciativas. 

Michelin, a por una reducción del 37%
La estrategia energética de la fábrica de Michelin en Aranda se enmarca en la política del Grupo Michelin. Concretamente, su objetivo pasa por lograr una reducción del 37% del consumo energético, así como una disminución del 50% de las emisiones de CO2 en el año 2030 respecto a los niveles de 2010. 

Estos objetivos, explican fuentes de la multinacional de neumáticos, son el paso intermedio para alcanzar una actividad neutra en emisiones de CO2 en 2050. Para ello, cada año destinan «una parte importante de recursos e inversiones» a conseguir estas metas. Pero, ¿esto cómo se traduce?Pues bien, en la fábrica se construye un Plan de Progreso que incluye varios puntos: la instalación de placas solares, su contribución al funcionamiento de la red de calor implantada en Aranda (además, se alimentan parcialmente de ella), el aislamiento térmico de los equipos para mejorar su rendimiento energético o el hecho de que el 100% de su iluminación se hace con tecnología LED. 

GSK, 200.000 euros en inversiones
En el caso del centro de producción de GSK en Aranda de Duero, fuentes de la compañía remarcan su «firme compromiso» con la reducción del consumo energético. Algo que, a su juicio, se refleja en la disminución acumulada de un 11% en el gasto de electricidad, gas natural y gasoil a lo largo de los últimos 15 años, «todo esto conseguido en un periodo de aumento de la actividad y expansión de las instalaciones». En este sentido, detallan que el año pasado invirtieron 200.000 euros en materia medioambiental, en acciones directamente enfocadas a la reducción del consumo de energía. Entre ellas, destaca la puesta en marcha de mejoras en sus procesos productivos utilizando maquinaria más eficiente y la instalación de estaciones de carga de vehículos eléctricos destinadas a «promover una movilidad sostenible», como explican desde la multinacional farmacéutica.   

Asimismo, detallan que el 100% de la energía eléctrica consumida en la planta de Aranda proviene de fuentes renovables y están evaluando la implantación de un parque fotovoltaico en sus instalaciones. Se trata de un proyecto que forma parte del plan que desarrollan para cumplir el objetivo de impacto neto cero en el clima en 2030. 

Pascual, más de 20 proyectos
El director del Área Técnica y Compras Industriales de Pascual, Juan Carlos López, precisa que la compañía ha realizado más de 20 proyectos desde 2016 que han permitido reducir su huella de carbono y mejorar el consumo eléctrico y térmico cerca de un 15%. «Siempre se han priorizado las inversiones tanto en las instalaciones energéticas como en las de procesos productivos», añade, mientras destaca que la empresa agroalimentaria seguirá ejecutando este tipo de proyectos ya sea con la optimización de la estación depuradora de aguas residuales o de la generación de frío industrial y autoconsumo a lo largo del próximo año. 

A la metodología interna de buenas prácticas de uso, «con un seguimiento constante», según López, en Pascual suman un sistema de recogida de ideas para impulsar buenos hábitos en sus empleados. 

Tecnoaranda, el trabajo da sus frutos
El director de Tecnoaranda, José Ignacio García, subraya que la empresa lleva varios años trabajando en este tema. Por eso, dice, «la situación actual de costes de la energía y, eventualmente restricciones, no hace sino dar más valor a las actuaciones realizadas tendentes a reducir consumos y emisiones». 

Así, desde 2018 a 2022 esta empresa que fabrica torres eólicas ha reducido el gasto energético por tramo fabricado en un 23% y las emisiones de CO2 por tramo en un 76%. Actualmente, se hallan ultimando la puesta en marcha de una instalación de paneles fotovoltaicos que les permitirá otra reducción por tramo en un 12% adicional. Además, en Tecnoaranda trabajan en iniciativas tales como el aprovechamiento del calor residual de algunos procesos y la sustitución de la iluminación por LED (de lo que ya tienen el 90% ejecutado). Para el futuro contemplan ampliar la potencia fotovoltaica instalada. 

ACH, filosofía de mejora continua
Por su parte, en Agroalimentaria Chico cuentan con varios proyectos enfocados a mejorar su procesos productivos, bajo la filosofía «lean» o mejora continua. Disponen de una plantación solar que abastece de una parte de la energía que demanda su fábrica de piensos, en torno al 13%. Dado el incremento de los costes de la electricidad, «que pueden llegar a triplicarse», fuentes de ACH apuntan que ya han realizado un estudio económico para instalar más placas. «Podríamos tener un autoabastecimiento del 40% y un ahorro en la factura eléctrica del 34%».Ahora bien, matizan que este ahorro tendrá viabilidad «siempre y cuando podamos verter a la red».

Network Steel, colocarán placas
Finalmente, desde el grupo siderúrgico Network Steel Resources, que engloba a Aranda Coated Solutions yEcosteel, subrayan su apuesta por el autoabastecimiento e indican que colocarán placas en sus plantas por el creciente precio energético. Todo ello dentro de un plan que se implementará a lo largo de este ejercicio y del siguiente.