El espíritu más jovial de una celebración única

A.B.
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Iria y Aritz, los Sanjuaneros Infantiles, han acompañado a la Cofradía de San Juan del Monte en casi todos los actos. «Viéndolo desde dentro lo vives de una forma muy distinta a todos los años», describen

Iria Miguel (primera por la izquierda) y Aritz Baldero (cuarto) han estado presentes en la imposición de pañuelos, el bombazo, el desfile y la romería. - Foto: Valdivielso

Iria y Aritz son dos de los nombres más importantes de la actual edición de las Fiestas de San Juan del Monte. Estos muchachos han ocupado el 'cargo' de Sanjuaneros Infantiles y, según cuentan, lo han «disfrutado» como jamás podrían haber imaginado. Desde que comenzaron los primeros eventos relacionados con la celebración, estos mirandeses han estado al pie del cañón para acompañar a la Cofradía y dotar a cada acto de una sonrisa jovial. 

Durante el día de ayer acudieron, como todos los amantes de estas Fiestas, al monte. Allí, estuvieron presentes en cada actividad programada. Con ello, por ejemplo para Iria Miguel, la presente edición se ha alejado bastante de las anteriores. «A mí me parece que son cosas muy distintas, pero en las dos te lo pasas súper bien», comentaba la muchacha, en referencia a cómo se perciben las actividades a un lado y otro de la organización. «Viéndolo desde dentro vives San Juan de una forma muy distinta a como lo vives todos los años», describía.

Según Aritz Baldero, no pueden compararse unas Fiestas en las que se está rodeado por tus seres queridos, con una edición en la que debe hacer frente a un compromiso tan grande como el de ejercer de Sanjuanero Infantil. «Me lo paso mejor cuando estoy con mis amigos y mi cuadrilla, pero también cuando estamos arriba se disfruta», contrapone el muchacho. Aunque resultara «distinta» la experiencia que ha vivido, no mostraba ninguna duda al afirmar con total convicción que sí repetiría un año más.

De una manera u otra, el día de ayer iba a estar marcado por un incesante ajetreo. Y así fue, según relataban ambos. Aritz explicaba que «hemos ido a la misa en la Ermita, hemos comido unos bocadillos ahí y después hemos bajado a la cuadrilla». Todo ello, en cuestión de dos horas. Más tarde, bailaron al ritmo de mil y una canciones interpretadas por las charangas, se sentaron a la mesa, comieron, aguardaron un tiempo y, finalmente, recorrieron un largo trayecto hasta el centro de Miranda durante el tradicional desfile.

Los Sanjuaneros Infantiles acumulaban en sus piernas ya muchas horas de diversión desde hace varias jornadas. «Estuvimos en los juegos populares, el bombazo, todas las misas… En todo hemos estado», resumía Aritz. Pese a que los dos comentaban que habían salido satisfechos de todos lo compromisos, ambos guardaban un recuerdo especial de un instante muy concreto: el bombazo chiqui. 

Cuando se le preguntaba a Aritz qué prefería, si la misa del lunes o la Resurrección del Bombo, el niño sonreía al instante. Imposible hacer comparaciones, era muy fácil escoger. Iria iba un paso más allá y argumentaba que su participación en el balcón del Ayuntamiento «fue una experiencia que no puedo describir». «No hay palabras para poder explicarlo», reflexionaba la joven mirandesa.

De forma similar, ambos vivieron una sensación insólita en el momento en el que se les declaró como Sanjuaneros. «Al principio no me lo creía», decía ella. «Después de un día, que lo procesé un poco, me quedé flipando y solo quería que empezara la fiesta», añadía con ilusión. Una semana después de ese instante, su deseo se cumplió y, pese a que están disfrutando como niños -lógicamente-, ya notan un poco de cansancio. Eso sí, Iria lo tiene claro: «siempre hay ganas de seguir». Y, menos mal, porque hoy se les espera a partir de las 11:00 horas con la chocolatada, los juegos infantiles y el concurso de dibujos.