Paco Olmos probó el amargo sabor de la derrota en su primer partido como entrenador del Hereda San Pablo ante el Darussafaka en la Basketball Champions League. Trató de ver el vaso medio lleno y recordó que el pase a la siguiente ronda lo siguen teniendo en su mano en un partido que además se jugará en Burgos. Reconoció que viendo el resultado era complicado quedarse «con algo bueno», aunque destacó «la unión del equipo». Reconoció que los suyos lo pasaron «mal» al no poder llevar el partido a su terreno. «No hemos podido  tener ese control de partido que buscábamos porque ellos nos han sacado del campo con su energía y su contacto», comentó.

Tiene claro que lo primero que deben hacer es recuperarse «mentalmente». «No vamos a perder la confianza en nosotros mismos por una situación que había muchas posibilidades de que pasara», expuso. 

A la hora de analizar el choque, lamentó que no lograran engancharse al partido tras un buen inicio del tercer cuarto. «Hemos tenido posteriormente dos o tres errores y nos hemos derrumbado. Somos un paciente al que hay que cuidar y darle buena medicina. Hay que tratar sobre todo de levantarse en los malos momentos y eso va a pasar en ese próximo partido en el Coliseum», respondió.

El rendimiento del equipo descendió de forma notable tras el paso por los vestuarios. Olmos habló de «un bajón de energía, y no me refiero físicamente» (...).

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