La temible riada del 48

R. Pérez Barredo
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El mes de enero de hace 75 años registró un violento temporal que provocó unas crecidas en el Arlanzón, el Pico y el Vena que atemorizaron a la ciudad, que estuvo en alerta durante al menos dos días

La temible riada del 48 - Foto: Fede

Había nevado copiosamente días antes.Pero a aquellas nieves le siguieron unas lluvias bíblicas, torrenciales, que provocaron un rápido deshielo. No pudo empezar peor el año 1948. Fue a finales del mes de enero de hace 75 años cuando un temporal violentísimo puso en alerta roja a Burgos: las lluvias y el deshielo hicieron que las crecidas del Arlanzón, el Pico y el Vena cercaran la ciudad, que se temió lo peor. Las fotografías de Fede dan cuenta del nivel que alcanzó el Arlanzón, que llegó a desbordarse en algunos tramos; y también de los humildes Pico y Vena, que anegaron sus vegas. Por fortuna, las recientes obras de encauzamiento de ambos afluentes del Arlanzón evitaron que se registrara una catástrofe, como ya había sucedido en ocasiones anteriores, toda vez que sus niveles alcanzaron cotas nunca antes vistas en la ciudad.
Con todo, las barrios de la periferia se vieron afectados, si bien no hubo que lamentar ninguna tragedia ni pérdidas irreparables. Según las crónicas de aquellos días, todo el mundo estaba en guardia, ya que el caudal del Arlanzón, como puede observarse en la fotgrafía más grande de este reportaje, era realmente imponente: el agua casi roza los tableros de los puentes de San Pablo.

(Reportaje completo en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)