Más de la mitad de los burgaleses respiran hoy con tranquilidad al saberse protegidos (aún parcialmente) por una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus. Un 30%, entre ellos casi todos los mayores de 60 años, tienen ya la pauta completa. La amenaza de muerte, de enfermedad y de colapso sanitario que pendía sobre la economía mundial y española -también la burgalesa- desde hace 15 meses empieza a disiparse. Desde el jueves esta vigente el nivel 1 de alerta sanitaria y el sábado 26 las mascarillas ya no serán obligatorias en las calles. Son las mejores noticias para afrontar el segundo semestre con «moderado» optimismo.
Economistas, empresarios y sindicalistas consultados recurren sin distinción a la solución médica para explicar lo que ocurre. Han entendido que el ritmo de vacunación marcará el ritmo de la recuperación económica y la progresión en este sentido -pese a todas las dificultades en el suministro de fármacos- es «muy positiva».
El decano del Colegio de Economistas, Carlos Alonso de Linaje, lo tiene muy claro: «Si todos estamos vacunados para principios de agosto (hasta los 20 años de edad), el rebrote económico este verano y en lo que resta de año va a ser altísimo». Así, estima que el PIB nacional y también provincial pueden crecer por encima del 5% «sin ningún tipo de problema», salvo que surja algún rebrote y, sobre todo, que su intensidad sea alta.
El director general de Caja Viva-Caja Rural, Ramón Sobremonte, es también optimista y apuesta por un 6% de subida en el PIB, un crecimiento «de menos a más», al igual que el ritmo de vacunados. El sesgo de las proyecciones de la entidad financiera es «más positivo de lo esperado» y no solo por el avance de la vacunación en sí, sino también por el buen comportamiento de la actividad exportadora («prueba clara de la reactivación industrial»), por las buenas previsiones de las cosechas y por la «resiliencia» que ha mostrado la industria local, especialmente la de la automoción, «que atraviesa esta crisis y su cambio de modelo de una forma más positiva de lo que se podía esperar». Sobremonte cita como ejemplo la reciente subida del rating de la calificación financiera del Grupo Antolín, «una buena noticia para la industria local».
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