El Hereda San Pablo es uno de los máximos candidatos al ascenso por plantilla, ambición y presupuesto, pero el inicio no ha sido como se esperaba y han aflorado algunas dudas sobre su candidatura. El conjunto burgalés va a tener que saber lidiar con esa presión y ser consciente de que la LEB Oro es muy larga y no se suele decidir hasta el último tramo de competición. De hecho, el ejemplo está en casa porque en la campaña 2016/17, en la que acabó consiguiendo el ascenso,  comenzó con un balance de tres victorias y tres derrotas, idéntico al actual. 

El nuevo proyecto azulón no ha arrancado tan bien como su condición de favorito podía vaticinar, ya que ha caído en las canchas del Real Valladolid y el MoraBanc Andorra, dos candidatos al ascenso, y en el Coliseum frente al Alicante. Además, las sensaciones no han sido las mejores, así que Paco Olmos deberá enderezar el rumbo durante el parón de selecciones, en el que tendrá tiempo para hacer que su filosofía funcione e incorporar a Luka Rupnik a sus planes.

A pesar de la preocupación que existe entre la afición, antecedentes no tan lejanos recuerdan que con un inicio muy similar se consiguió el objetivo. En el curso 2016/17, con Diego Epifanio en el banquillo, el San Pablo tenía a estas alturas el mismo balance. Perdió dos encuentros a domicilio -Breogán y Gipuzkoa- y uno en casa frente al Lleida. Es más, en la jornada 10 llevaba un balance de 5/5. Pocos, por entonces, presagiaban que podía ser uno de los elegidos para ocupar una de las dos plazas de ascenso, pero lo acabó consiguiendo en un play off inmaculado en el que venció por 3-0 al Melilla en cuartos, al Breogán en semifinales y al Palencia en la final.

Tampoco fue para tirar cohetes su inicio de temporada el año de su fundación, aunque esa vez estaba más justificado por las prisas con las que se montó el equipo. Se hizo con cuatro victorias ante el Navarra, Lleida, Melilla y Coruña, y cayó en dos encuentros frente al Barcelona y el Palencia. Esa campaña se metió en el play off, pero fue eliminado por el Peñas Huesca en semifinales. 

Las dos experiencias previas del San Pablo en la LEB Oro invitan a mantener la calma y confiar en que el equipo vaya creciendo con el paso de las jornadas, aunque desde el club son conscientes de que no se pueden despistar, pues esta edición hay muchos candidatos y la competición promete ser realmente exigente. Cabe recordar que solo el primer clasificado asciende de forma directa y del segundo al noveno disputarán una eliminatoria de play off al mejor de tres partidos. Los cuatro ganadores se jugarán una plaza en una Final Four.