El 21,9% de la electricidad consumida en España el año de la alarma sanitaria, que se recordará por las semanas de confinamiento obligado en los hogares, procedió del giro de los 21.431 aerogeneradores instalados a lo largo y ancho de la geografía española. Burgos, con 1.483 turbinas operativas, jugó un papel clave en esta excepcional producción renovable, pues en la provincia está enclavado casi el 7% de este gigantesco parque eólico nacional, que es el segundo más importante de Europa tras el alemán.

Estos son algunos datos que se extraen del balance de 2020 realizado la pasada semana por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), que reúne a más de 225 empresas vinculadas a esta energía renovable (promotores, fabricantes de aerogeneradores y componentes, asociaciones, consultores, etc.).

Burgos, según este balance, cuenta con 2.000,26 MW instalados en un total de 83 parques. Es el 7,2% de la potencia instalada a nivel nacional, que alcanza los 27.446 MW, 1.720 de los cuales se implantaron a lo largo del pasado año. La comunidad autónoma de Aragón fue la principal beneficiaria de este impulso, pues superó los 1.000 MW instalados en 2020, cuatro veces más que lo invertido en Castilla y León (216,30 MW).

Pero los planes de futuro para Burgos no se quedan atrás. Solo en los proyectos publicitados en el Boletín Oficial de Castilla y León o por las propias compañías promotoras a lo largo del pasado año hay más de 550 MW eólicos en diferentes fases de tramitación administrativa que serían impulsados por unos 200 nuevos aerogeneradores, aunque su número dependerá de la potencia de cada turbina, que es cada vez mayor.

La provincia, rica en vientos constantes en buena parte de su territorio, sigue siendo una de las principales productoras de energía eólica renovable. De sus parques se vierte a la red eléctrica el 31,7% de todo lo que genera Castilla y León. Nuestra región, con sus 6.299 MW instalados a lo largo de su extenso territorio, sigue siendo la primera productora nacional, con el 23% de instalación eólica, encabezando un ranking en el que el último año Aragón (4.159 MW) ha escalado a la segunda posición con el 15,2% de la potencia instalada. Le sigue Castilla-La Mancha (3.886 MW; el 14,2%), Galicia (3.829 MW; 14%) y Andalucía (3.487 MW, 12,7%).

La energía eólica tiene presencia en prácticamente todas las comunidades autónomas, detalla la AEE, exceptuando la comunidad autónoma de Madrid (paradójicamente, una de las grandes consumidoras de energía eléctrica), Ceuta y Melilla.

Burgos sigue siendo foco de las inversiones de los promotores en un sector que mantiene su dinamismo empresarial pese a la crisis provocada por la pandemia. Si se utiliza el ratio de un millón de euros por MW instalado, la cifra de los 550 previstos para los próximos años es ilustrativa del peso de esta industria y su influencia económica en el ámbito rural.

"El reto en esta nueva década es lograr la instalación de 2,2 GW anuales de media (2.200 MW), de forma sostenida en el tiempo, para poder alcanzar los 50,3 GW (50.300 MW) incluidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Si se establecen los mecanismos y estrategias adecuados, conseguiremos, además de cumplir con los objetivos de potencia, sostener e incluso fortalecer la cadena de fabricación ubicada en España", afirma Juan Virgilio Márquez, CEO de la AEE.

"El sector eólico es un componente de alto valor añadido de nuestra economía, que cubre múltiples dimensiones: energéticas, industriales, climáticas, de innovación tecnológica, de empleo de valor añadido, de desarrollo regional y de presencia internacional. Con el incremento de la potencia eólica y la mayor cobertura de la demanda de electricidad nos situamos en un momento de oportunidad para el país y su recuperación económica. Utilicemos la eólica extrayendo todo su potencia".

 El sector da empleo en España a más de 24.000 trabajadores, más lo que genera de forma indirecta, y exporta por valor de 2.181 millones de euros. Es el tercero del mundo que más valor en aerogeneradores comercializa al exterior [algunos de sus componentes se fabrican en Burgos], solo por detrás de Dinamarca y Alemania. En potencia instalada, España es el segundo de Europa, solo superado por el país germano, y el quinto del mundo (China, Estados Unidos e India, además de Alemania).