El protocolo de tuberculosis bovina regional no se cambiará

SPC
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Carriedo reconoce que si el número de casos cambia, la decisión aplicada hasta ahora se puede modificar

Imagen de archivo de vacas en una finca de la Comunidad. - Foto: Luis López Araico

La Junta de Castilla y León modificará su respuesta a los brotes de tuberculosis bovina si crece el número de casos o no se puede preservar el aislamiento, de acuerdo al protocolo para la erradicación de esta enfermedad, que establece diferentes actuaciones en función de las circunstancias. En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, el portavoz de la Junta y consejero de Economía y Hacienda, Carlos Fernández Carriedo, insistió en que la Junta no va a cambiar el protocolo referido a la tuberculosis bovina, pero reconoció que si el número de casos cambia o no se puede establecer un perímetro de aislamiento, la decisión aplicada hasta ahora se puede modificar.

En ese sentido, Fernández Carriedo indicó que los elementos que determinan el manejo de la enfermedad son objetivos y subjetivos, como puede ser el tamaño de las explotaciones ganaderas, el número de brotes y la capacidad aislamiento de las cabañas de su entorno, así como el posible contagio a través de especies silvestres.

Asimismo, el portavoz remarcó que la Junta está siguiendo el mismo protocolo y criterio, que deciden los técnicos en función de las condiciones que se dan en cada situación. Por ello, insistió en que el Gobierno autonómico garantiza el cumplimiento de la Ley de Sanidad Animal, el protocolo de erradicación de la enfermedad y el Reglamento de la Unión Europea (UE).

También, el portavoz de la Junta señaló que el objetivo es preservar la salud de la cabaña ganadera, y, por tanto, la de las personas, como indican el principio que inspira la profesión de los veterinarios, pero también garantizar el futuro de los ganaderos, al evitar que se sacrifiquen la totalidad de las reses de una explotación. Fernández Carriedo respondió de este modo a la polémica surgida en torno a las palabras del consejero de Agricultura y Ganadería, Gerardo Dueñas, en las que hablaba de un nuevo enfoque en el saneamiento ganadero tras el «indulto» de 140 cabezas de ganado en una explotación de León donde se detectó tuberculosis bovina.

«El protocolo no se va a cambiar», insistió Fernández Carriedo en declaraciones recogidas por Ical, pero señaló que el procedimiento que se aplica varía sin se modifican las circunstancias. «La prioridad es la salud de la cabaña ganadera, el equilibrio con el futuro de la ganadería», como condición previa para la salud pública. «La salud del ganado, es la salud del pueblo», apostilló.

En León

Precisamente, el Consejo Agrario Provincial abordó ayer la actualidad de la situación de la tuberculosis bovina en la montaña de Riaño a partir de la aparición de cinco animales bovinos que resultaron positivos en la prueba de intradermotuberculinización de la campaña de saneamiento ganadero. Estos casos pertenecen a cuatro explotaciones diferentes, una ubicada en la localidad de Lario y las otras tres en Riaño, consideradas estas últimas como una única explotación a efectos epidemiológicos y sanitarios, ya que comparten medios de producción.

En cualquier caso, y a pesar de la aparición de estos animales positivos, en la actualidad, según fuentes del Consejo Agrario Provincial, no hay nada que impida continuar con el proceso de calificación de la provincia de León como oficialmente libre de tuberculosis bovina ya que, de momento, se siguen cumpliendo los parámetros necesarios para lograr dicha calificación. Esta designación estaba prevista para el mes de enero del próximo año.