La agrupación Miranda Animal Protección Animal (MAPA) acoge en la actualidad a más de 25 mascotas, pese a que a lo largo del presente ejercicio ha logrado encontrar un hogar para 41. La elevada cifra de seres vivos que buscan «una familia» viene dada porque, aunque el colectivo trabaja a diario para completar múltiples adopciones, ha rescatado a 50 animales solo este año, en 2022. Ese dato se desglosa en 19 gatos, un conejo, 29 perros e, incluso, un hámster.
Según explica Lucía Guinea, miembro de MAPA, han conseguido que «se adopten bastantes, pero algunos de ellos no han sido rescatados este año, sino el anterior, entonces todavía hay varios que no tienen una familia». En este sentido, en la protectora de Miranda consideran que «por desgracia, la tónica es muy parecida a la de otros años». «No se puede cifrar un periodo más o menos, porque las diferencias son muy bajas», resume Guinea.
Desde su punto de vista, uno de los elementos esenciales para que multitud de mascotas terminen abandonadas pasa porque hay quienes actúan «como si compraran un juguete y luego lo tiran a la basura si se rompe». Sin ir más lejos, hace apenas una semana la protectora tuvo que hacer frente a dos situaciones «que demuestran que la gente coge animales casi por capricho».
«Uno es un perro que se había roto una pata y su familia lo dejó en el veterinario, pero al saber cuánto tenía que pagar dijo que lo llevaran a la perrera», recuerda Guinea. Asimismo, relata que «a los pocos días ha pasado lo mismo con un gato que se cayó por la ventana». En este caso, «al contactar con la dueña al momento nos preguntó si había que pagar algo, le pedimos que fuera al veterinario y hasta hoy no hemos vuelto a saber nada», apunta. Con todo, a ambos animales tuvieron que operarles con los fondos de MAPA.
Rastrillo solidario. La protectora mirandesa necesita fondos para, entre otras cosas, cubrir las operaciones de los animales abandonados. Precisamente, por ese motivo los días 12 y 13 de noviembre estarán en el Parque Antonio Machado de 11:30 a 15:00 horas para llevar a cabo un rastrillo solidario con artículos de muy bajo coste, cuya recaudación irá destinada íntegramente a las labores del colectivo.