La fauna causa daños por 209.000 euros en el campo ribereño

L. NÚÑEZ
-

La superficie siniestrada, en su inmensa mayoría por los corzos, ronda las 1.200 hectáreas en toda la comarca. Los agricultores hablan de «estropicios terribles» tanto en girasoles como en viñedo y cereal

Esta parcela sembrada de girasoles quedó prácticamente arrasada por los jabalíes en Ciruelos de Cervera. - Foto: L.N.

Los daños que provocan corzos y jabalíes en las tierras de cultivo suponen un quebradero de cabeza más para los agricultores de la Ribera del Duero. Ya no sólo le temen a la meteorología y a los estragos del granizo o la sequía. El perjuicio  ocasionado por la fauna, tanto cinegética como silvestre, se traduce en mermas de rendimiento justo en un momento en el que los costes van al alza. Solamente por este concepto, las indemnizaciones ascienden a 209.221,89 euros en los últimos tres años. Mientras, la superficie siniestrada abarca 1.204,16 hectáreas distribuidas prácticamente por toda la comarca, según datos facilitados por Agroseguro.  

En 2019, las compensaciones se elevaron a 120.970,51 euros; en 2020 cayeron a 29.709,13 euros y en 2021 volvieron a subir hasta 58.542,25 euros. Detrás de esos daños se encuentran, fundamentalmente, los corzos, responsables del 70,5% de las indemnizaciones. Sólo en 2019, este animal causó deterioros en 325,67 hectáreas, que se tradujeron en 107.877,38 euros en recompensas económicas a los agricultores. De esa superficie, 193 hectáreas fueron de uva tinta, 127 de girasol y las 4 restantes de uva blanca, soja, colza y judía. En 2020, los corzos provocaron daños en 201 hectáreas, por valor de 24.211 euros. Y, en 2021, el perjuicio afectó a 132 hectáreas con el resultado de 15.477 euros en indemnizaciones. Le siguen los conejos, cuyos daños en 181 hectáreas conllevaron 28.668 euros en compensaciones. Y, en tercer lugar, se sitúa el jabalí, con 1.981 euros de reparación y 36,8 hectáreas dañadas de girasol, guisante, maíz, remolacha y uvas. 

«Comen todo lo que pillan». Javier Arroyo, vicepresidente de Asaja, advierte que la fauna «causa muchos estragos» tanto en viñas como girasol y cereal. «Es algo serio y cada vez va a más. Si lo valoramos económicamente hablamos de mucho dinero». Algo en lo que coincide Joaquín Rojo, agricultor en Sinovas, quien califica como «terrible» el daño provocado por unos animales que «se comen todo lo que pillan, hasta el punto de que en algunas viñas no han dejado ni las hojas». Cuenta que ha habido parcelas con un daño del 40% y que luego no rebrotan tan fácilmente. 

Por su parte, el agricultor Eloy Martínez precisa que todos los años suma tres hectáreas arrasadas al 100%. «Es un desastre. Los corzos se comen la torta nada más nacer para colmar la sed y el jabalí es más espectacular porque lo tira todo», como él mismo ha sufrido en parcelas de Ciruelos de Cervera. 

A su juicio, se trata de «un problemón» que «está en boca todos pero nadie le pone remedio y no puede ser». Esta temporada, los jabalíes le arrasaron una finca de girasoles, por lo que sembrará leguminosas o cereal de raspa que, aunque le reporta menos beneficio, evita que la fauna se lo coma. 

Por otra parte, desde el Consejo Regulador  de la Ribera del Duero estiman en un informe que el pedrisco del pasado 6 de julio afectó a unas 500 hectáreas frente a las primeras estimaciones de los peritos de 415 hectáreas. En algunas parcelas se produjo la pérdida total de la cosecha, aunque  «los daños más elevados sólo los sufrieron en torno al 20% del viñedo afectado».