Arlanza prevé recoger un 20% más de uva que el pasado año

I.P.
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Las lluvias de primavera mantienen aún la humedad de las cepas a algo más de un mes de comenzar la recolección. Se alcanzarán los 1.250.000 kilos y el fruto será de buena calidad

Los hermanos Juan y Asun Barbadillo García, de la bodega Monte Amán, ayer recorriendo uno de sus viñedos. - Foto: Miguel ángel de la cruz

Buena cosecha la que se espera este año en la Denominación de Origen Arlanza, con unas previsiones a fecha de hoy, y si se mantienen las condiciones climatológicas, del 20% más que la campaña pasada, que en kilos se traduciría en casi 1.250.000, ya que el año pasado la cosecha se quedó a las puertas del millón.

La recolección en esta pequeña denominación es la más tardía de la región y este año se prevé que pueda comenzar hacia el 8 ó 9 de octubre, es decir, en vísperas de la festividad de la Virgen del Pilar, lo más habitual en este territorio bañado por el Arlanza de la que forman parte las provincias de Burgos y Palencia.

Y si la producción se espera alta, la calidad de la uva será muy buena, ya que se ha desarrollo bien, sin apenas verse afectada  por las enfermedades endémicas del viñedo, el oidio y el muldiu, que en todo caso puede haberse dejado ver en algunos viñedos concretos, no de forma generalizada. Así sucedió también con algunas de las tormentas acompañadas de granizo que han caído este verano, que se cebó con algunas fincas, pero que en ningún caso se extendió a toda la superficie de la DO, por lo que las mermas de producción se darán en alguna finca en función de su situación geográfica.

Con la alta producción de este año se regresa a niveles que no se conocían en los últimos años, ya que si bien el año pasado la cosecha rondó el millón de kilos, la campaña de 2018 se saldó  con 900.000 kilos de uvas recolectados, mientras que la de 2017 fue de las peores que se recuerdan en la zona, con una producción de apenas 600.000 kilos.

En cuanto a las bodegas inscritas se mantienen las 22 y algunos productores particulares, al igual que la extensión de viñedos, que ronda las 350 hectáreas, con algunas incursiones en marcha de viticultores que aún no se han registrado oficialmente. 

venta de los caldos. La viticultura no es ajena a la situación general, afectada por la crisis del coronavirus y, sobre todo, por el tiempo de confinamiento, cuando se paralizó la salida al mercado exterior de los vinos de la DO Arlanza en los meses de marzo, abril y mayo; lo poco que salía era a través de la venta on line, aunque también fue importante la venta en tiendas y supermercados. En los últimos meses, según explica la secretaria del Consejo Regulador, Elisa Fernández Barbadillo, está habiendo una reactivación de las ventas, sobre todo en el sector de la hostelería y la restauración, destacando la venta del rosado, que en verano tiene muy buena aceptación, así como el blanco, aunque de éste se produce poco.

Por otra parte, desde que es el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (ITACYL) quien se encarga de las certificaciones, el Consejo no cuenta con la figura del técnico vitivinícola y los trabajos que llevaba a cabo esa figura anteriormente, ahora los realiza una empresa de servicios. 

Este año, además, no habrá Fiesta de la Vendimia de la DO, un evento anual que busca la exaltación y promoción de los caldos del Arlanza, que se aplaza hasta el próximo año. Es otra de las consecuencias de la pandemia.