El Hereda San Pablo deberá jugará ocho partido ligueros en algo más de un mes porque la LEB Oro se comprime hasta final de año. Los burgaleses disputarán la mitad en el Coliseum, pero solo tres durante el fin de semana. El resto se celebrará entre semana, bien porque la jornada así lo exige o porque los rivales prefieren jugar los viernes.

Para el inicio de 2023, el conjunto azulón habrá disputado ya 14 jornadas, casi la mitad de la fase regular, y podrá hacerse una idea de si realmente va a luchar por la primera plaza de ascenso directo o si tendrá que pelearlo en el play off y la posterior Final Four. El calendario se aprieta con ocho jornadas en las que afrontará bastantes compromisos en teoría asequibles, pero que incluyen también la visita a la cancha del Zunder Palencia, sobre el papel el enfrentamiento más difícil en lo que queda de 2022.

Antes de llegar ahí, el San Pablo deberá superar este domingo al Gipuzkoa Basket, que precisamente viene de ganar en la pista del Palencia. Cinco días más tarde, el viernes 25, jugará en casa del Tau Castelló, que está siendo un tanto irregular en este inicio, y entrará en diciembre con tres choques en solo ocho días. El sábado 3 recibirá al recién ascendido Alega Cantabria de Torrelavega, el martes 6 visitará al Albacete Basket y el sábado 10 el Cáceres Patrimonio de la Humanidad llegará al Coliseum.

Después, llegarán dos desplazamientos consecutivos. El primero será para visitar la pista del Palencia el viernes 16 de diciembre y el segundo le enfrentará al recién ascendido Ourense el martes 20. Cerrará el año el jueves 29 en casa ante el Juaristi guipuzcoano.

Y la cuesta de enero. A partir de ahí, solo quedarán tres compromisos para completar la primera vuelta: viajar a Lleida el 8 de enero, recibir al Movistar Estudiantes el día 14 y visitar La Coruña el 20. Una cuesta de enero de toda la vida.