Se busca cocinero a contrarreloj en Espinosa de Cervera

L.N.
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El dueño del hotel La Parada del Cid quiere abrir en el puente de diciembre siempre que encuentre a alguien que gestione el restaurante

Se busca cocinero a contrarreloj en Espinosa de Cervera - Foto: L.N.

Se busca cocinero profesional. ¿Razón? El hotel de Espinosa de Cervera, que está a punto de reabrir sus puertas después de ocho años cerrado. Tras unos meses de intenso trabajo para poner todas las instalaciones a punto, y con una importante inversión de por medio, su nuevo propietario, Silvio Antonio Núñez, confía en que la apertura sea una realidad a partir del puente de diciembre.

Pero... le falta dar con el chef que esté dispuesto a marcar el rumbo culinario en los fogones de La Parada del Cid. En principio, su idea pasa por deleitar tanto a quienes residen en las comarcas de la Ribera del Duero y del Arlanza como a los visitantes con carta y menú. Después, la capacidad de innovar del futuro cocinero permitirá abarcar cuantos proyectos se puedan presentar. Sin límite. "Todo va a depender de su iniciativa", detalla Núñez, mientras recalca que buscan a alguien responsable, con experiencia y capaz de gestionar un servicio de restaurante "al alcance de todos los bolsillos", donde se pueda degustar desde marisco o un buen chuletón hasta unos huevos rotos con jamón. Casi a contrarreloj, la contratación de un chef se antoja clave para el pistoletazo de partida del hotel, cuya reapertura se traduce en la creación de cinco empleos en el medio rural.

El empresario da prioridad a quienes residen en la zona, aunque no se cierra a ninguna propuesta. Su objetivo es aportar movimiento e impacto económico a la zona, además de aprovechar el potencial turístico de Espinosa de Cervera, ubicada a escasos kilómetros de Santo Domingo de Silos, Caleruega, Clunia o Peñaranda de Duero.

En total, el hotel cuenta con 15 habitaciones, que van de 26 a 44 metros cuadrados, y seis bungalows con salón, cocina, dos dormitorios y dos cuartos de baño, jardín y aparcamiento repartidos en cerca de 6.500 metros cuadrados. Desde que adquirió las instalaciones allá por marzo, Núñez se ha volcado en acometer una renovación total, algo que ha encargado en todos los casos a empresas y autónomos de la comarca. Ahora que acaricia la apertura, enumera que han cambiado el cuadro eléctrico; han amueblado íntegramente la cocina; han rediseñado todas las habitaciones, además de pintarlas incluyendo balcones y ventanas; también se han barnizado los techos del comedor y el porche; se ha remodelado la piscina climatizada y se ha instalado un nuevo jacuzzi con capacidad para tres personas. A ello se suma la plantación de césped natural, similar al que se emplea en los campos de fútbol. Se ha creado una zona de relax junto al salón-comedor, donde esperan albergar reuniones de amigos, de empresas, cenas de Navidad, bautizos, comuniones... "Se irá viendo", precisa el empresario.

También cuenta con una sala de reuniones y tiene en mente habilitar un pequeño espacio para biblioteca y vinacoteca. No le faltan ideas, como un servicio de bicicletas eléctricas para que sus clientes puedan realizar rutas por los pueblos cercanos a Espinosa de Cervera y disfruten de la buitrera de Caleruega, del Camino del Cid o del parque natural Sabinares del Arlanza. A la lista de atractivos se añade la tranquilidad del municipio y la posibilidad de disfrutar de la fauna en plena naturaleza.

Instalación de referencia. Otra de sus grandes apuestas ha sido por la eficiencia energética de todo el hotel con la instalación de ocho bombas de calor que trabajarán en cascada. Este sistema se complementa con otras tres bombas para agua caliente y paneles fotovoltaicos.

Desde el equipo de ingeniería burgalés que ha diseñado este método destacan que se trata de "una instalación de referencia" en la provincia que aportará calor durante todo el año por la piscina climatizada y frío únicamente en verano. El rendimiento de la aerotermia rondará el 400% frente al 90% de las calefacciones de gas. Con la aerotermia en marcha, las habitaciones a punto y algún detalle por rematar, sólo falta quien capitanee los fogones. En La Parada del Cid son todo oídos.