Parece inevitable la existencia de la doble fila en las calles aledañas de algunos centros escolares de la capital. Pero la Policía Local tiene claro que, al menos, es posible conseguir un cierto orden y terminar con el caos que reinaba a las entradas y salidas de los estudiantes. Desde hace unos días, los agentes han reforzado su presencia en los colegios tras unas semanas de 'cuartelillo' que han servido para concienciar a los padres y madres de la necesidad de cumplir la normativa. Concepcionistas, Jesuitas, Maristas y Juan de Vallejo son los principales focos que preocupan al cuerpo municipal, que sancionará todas aquellas situaciones que supongan un riesgo. 

«El momento más crítico», exponía ayer el agente Fernando frente a la entrada de Concepcionistas, «es la salida porque es cuando los padres tienden a quedarse un buen rato charlando». Este era uno de los comportamientos que trató de evitar con su presencia la patrulla que media hora antes de que sonara la campana y las aulas quedasen vacías colocaba conos y señales para evitar que los coches aparcasen encima de la acera o en una curva. «Esos estacionamientos dificultan la visibilidad y hay riesgo de accidentes. Podemos entender una doble fila si es breve, pero no este caos», puntualizaba. 

Y es que el problema no solo está en un desorden del tráfico frente a los accesos a los centros, el cual principalmente afecta a los vecinos de la zona. Algunas conductas generan peligro para los peatones, que en su mayoría son menores de edad.

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