La oleada de robos en Treviño siembra el «miedo» entre vecinos

ARSENIO BESGA
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En apenas una semana han asaltado ocho casas. Los habitantes del municipio han empezado a instalar cámaras en sus hogares y critican que por la noche «hay una presencia policial nula». Alguno se plantea hasta colocar «la escopeta detrás de la puerta»

Los vecinos denuncian que la Guardia Civil no vigila el Condado de Treviño por las noches. - Foto: A.B.

Una banda de ladrones está causando el pánico entre los habitantes delCondado de Treviño, a escasos kilómetros de Miranda. En apenas siete días, estos sujetos han asaltado, al menos, ocho viviendas de diferentes pueblos. De forma concreta, han llevado a cabo estos delitos en el propio Treviño y también en Burgueta, Pangua, Franco yDordóniz. Precisamente, en esta última población entraron a una casa, pero no consiguieron consumar sus intenciones, porque el dueño estaba en el interior y se asustaron al oírle.

En cualquier caso, cada vecino de los diferentes rincones que dan forma al enclave burgalés muestra su total inquietud. Así lo confirma, por ejemplo, el presidente de la Junta Administrativa de Treviño, Roberto Bajos. «El Condado en su conjunto nota una gran inseguridad debida a esta oleada de robos», explica. «Estamos bastante asustados, porque hay gente mayor que está sola o quienes tienen casas de verano y ahora tienen que venir a diario a vigilar», añade.

Las sensaciones que transmite Bajos las comparten los propietarios afectados por estos robos. «Tenemos muchísimo miedo, porque siempre habíamos creído que este pueblo era seguro», relata uno de los ciudadanos cuya casa fue asaltada hace unos días. Según dice, la banda destaca por saber dónde actúa y por controlar los itinerarios de cada vecino. «Van a casas vacías, sin cámaras y sin perro», describe, antes de apuntar que «la gente está por coger la escopeta, para tomar la justicia por su mano».

Precisamente, esa opción está tomando relevancia entre los habitantes del Condado, puesto que se sienten absolutamente desprotegidos. Roberto Bajos opina que «es ilógico ver tantas patrullas por el día y que por la noche no haya ninguna». Igualmente, una de las víctimas de esta ola de delitos opina que «hay una presencia policial nula». Ante esta situación, al margen de aquellos que se plantean hasta colocar «la escopeta detrás de la puerta», la mayoría de habitantes ya han optado por instalar cámaras de videovigilancia y alarmas en sus viviendas (...).

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