Los gimnasios registran la mitad de usuarios que hace 2 años

L.M.
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El sector local inicia 2022 con un 50% menos de matrículas que antes de la pandemia pero espera que puedan repuntar en febrero, una vez se supere el pico de contagios por ómicron

Castilla y León no requiere el pasaporte covid para acceder a estos centros deportivos. - Foto: Patricia González

El regreso a la rutina tras las vacaciones de Navidad es la época fetiche para los gimnasios. Tras las comidas y cenas de las últimas semanas, cargadas de excesos, los centros deportivos se convierten en un foco de 'arrepentidos' en búsqueda de recuperar los kilos de más ganados durante las fiestas. Sin embargo, la escalada inédita de contagios que vive España en esta sexta ola ha reducido un 50%, es decir, a la mitad, las matrículas que registran los gimnasios burgaleses en enero.

Aunque el inicio del 2022 ha sido algo mejor que el cierre del 2021, los centros deportivos locales siguen aún en una situación«muy mala» según apunta el presidente de la asociación que los aglutina, Alberto del Val. Aunque no esperan que las infecciones vayan a decaer de manera extraordinaria en los próximos días, sí que tienen puestas sus esperanzas en febrero. «Hemos notado un repunte de matrículas, pero nada extraordinario. El ruido generado por la pandemia nos está haciendo mucho daño», explica Del Val.

Otra de las complicaciones a la que se enfrentan los empresarios del sector es a la obligación del uso de la mascarilla en el interior de sus instalaciones.Todos los clientes deben portarlas, aunque se cumpla la distancia interpersonal o se hayan contratado potentes equipos para la renovación del aire. Especialmente lo sufren los burgaleses que optan por las máquinas cardiovasculares, es decir, las cintas de correr o la elíptica. «Muchos no vienen desde que se desató la pandemia», lamenta Del Val.

Un aparato tipo de estas características suele costar alrededor de 6.000 euros, y en muchas ocasiones están más tiempo paradas que en funcionamiento.«Es el material más caro de todo el centro y el que menos se usa», indica.

En relación al pasaporte covid, la Junta de momento ha descartado obligar a solicitar el mismo para acceder a los gimnasios. La asociación burgalesa no ve con malos ojos su posible implantación, pero pone sobre la mesa tres exigencias en caso de acometerse tal requerimiento: la primera sería la eliminación del uso obligatorio de mascarilla en el interior de sus instalaciones. Desde principios de octubre del año pasado es indispensable para realizar actividad física, por lo que consideran que si se reclama la pauta completa de vacunación esta protección debería desaparecer. Junto a esta tendría que hacerlo también la distancia de seguridad. Por último reclaman medidas de apoyo, en forma de subvenciones, para la compra de equipos que ayuden a validar los documentos acreditativos.