Los floristas anhelan San Juan y acortarán la feria de Navidad

B.G.R.
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Unas 10.000 personas han pasado por el mercado celebrado por primera vez en el Fórum Evolución. Se repite el crecimiento de las ventas en torno al 20%

La cita se ha celebrado por primera vez en el Fórum al estar ocupado el monasterio. - Foto: Luis López Araico

La Asociación de Floristas y Jardineros de Burgos (Flojabur) cerró el pasado domingo por la noche su tradicional mercado navideño con  una gran respuesta por parte del público (unos 10.000 visitantes) y un crecimiento del 20% de las ventas, el mismo porcentaje que el año pasado. Su valoración resulta «muy positiva» teniendo en cuenta el estreno de ubicación, si bien el colectivo anhela la anterior localización en el patio del monasterio del San Juan, así como su habitual duración; cuatro días y no seis como ha ocurrido en esta edición.

Sin dejar de mostrar satisfacción y sin desmerecer la planta baja del Fórum Evolución, el vicepresidente de la agrupación, David Ruiz, considera que el cenobio «se ajusta más» a la estética de la feria floral, donde priman los montajes navideños complementados con las cuatro casetas de venta al público. «Hay que reconocer las ventajas de este espacio en cuanto a la calefacción, aparcamiento subterráneo y encontrarse en pleno centro de la ciudad», reconoce, no sin antes abogar por un regreso a la localización del año pasado, concretamente al claustro del monasterio. 

Una de las novedades de la edición que acaba de terminar ha sido la ampliación de su duración, del 6 al 11 de diciembre. El representante del colectivo avanza que no volverán a organizar una muestra de tantos días, ya que «acude prácticamente la misma gente que cuando dura cuatro», al igual que se mantiene el mismo aumento de la facturación. En este punto, asegura que este puente tan largo (o dos puentes seguidos) no repercuten de manera positiva en una ciudad como Burgos, donde, según precisa, son más los burgaleses que se van que los ciudadanos de otras provincias que recalan en la capital.

«Hemos tenido la sensación de que han pasado menos turistas que en otras ocasiones», sostiene Ruiz. Una vez clausurada la feria, los pinos naturales se trasladarán a los mercados, bibliotecas y centros cívicos municipales para su decoración en estas fechas.