Ahedo pide ayuda para limpiar el entorno de la iglesia

S.F.L.
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La alcaldesa pedánea, Teresa Escudero, pretende acondicionar el área, quitar la vegetación y adecentar las piedras caídas del templo con el amparo del Arzobispado para poder conservar así el conjunto más valioso en el pueblo

Desde un fatal incendio la vegetación se ha ‘comido’ la iglesia. - Foto: S.F.L.

La alcaldesa pedánea de Ahedo de Bureba, Teresa Escudero, solicita ayuda al Arzobispado para limpiar el entorno de la deteriorada iglesia de San Martín con el fin de mantener la singular portada, que en el tímpano se aprecia una reciente grieta, en la localidad. Asegura que no la gustaría ver la pieza más valiosa del templo derruida y antes de eso, prefiere que se sitúe en el Museo del Retablo de Burgos.

No obstante, está dispuesta ha hacer todo lo que esté en su mano para que se conserve en su lugar natural. «No se trata de una cuestión de egoísmo personal. Tanto yo como muchos allegados a Ahedo amamos este pueblo y nos encantaría poder adecentar la zona donde se ubica la iglesia para conservar la portada», manifiesta la regidora.

San Martín fue devorada por las llamas hace años y desde entonces el deterioro fue imparable. En 2006, la pedanía solicitó un permiso a la Junta -por pertenecer dicho inmueble a su Inventario Arqueológico- para apuntalar el arco interior de la iglesia, una sencilla instalación con un bajo presupuesto a la espera de una actuación más completa. «Se acordó una visita técnica que jamás llegó a realizarse. Tras esta petición con fines de seguridad recibimos el aviso del Registro de la Propiedad de Briviesca anunciando la inclusión del templo en las propiedades del Arzobispado de Burgos», expone Escudero.

Desde entonces, los efectos del paso del tiempo han hecho mella en el inmueble, empeorando su estado. En 2014, el equipo de gobierno local envió un escrito a la institución religiosa informando del deterioro para que se tomaran las medidas oportunas y evitar los riesgos de un derrumbe inminente a lo que según la alcaldesa, respondieron tres meses después con una solución para salvar la portada: desmontarla y trasladarla al santuario de Santa Casilda. «No compartimos esa necesidad y deseo de mover la pieza por ser parte del pueblo y de su patrimonio cultural, digno de ser visitado y como consecuencia de ello resistir en nuestro propósito de seguir dando vida a sus calles», aclara la mujer.

Cinco años después, DB ha contactado con el delegado diocesano de Patrimonio y vicepresidente del Cabildo de la Catedral, Juan Álvarez Quevedo para conocer si existe algún plan respecto a la ubicación de la pieza. «Volveremos a presentar a la administración regional toda la documentación requerida para lograr desplazar la portada a Burgos», afirma.

Ante las intenciones que se ha propuesto el Arzobispado, los vinculados a la localidad muestran su descontento. Conocen que la situación es mala y que el tímpano presenta corre peligro pero consideran que antes de tomar la decisión más drástica deberían valorarse otras opciones. «Si se limpia todo el entorno e intentamos restaurar la portada podrá seguir en pie muchos años más», recalca la alcaldesa. Pero para ejecutar estas actuaciones necesitan un apoyo extra.