Las 'jefas' de una villa de museo

R.E. MAESTRO
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Villadiego apuesta por la comunicación y el márketing para ganar visitantes de la mano de Celia Varona y Cristina Gutiérrez. Ofrecen una atención personalizada y agradecen ejercer la profesión de sus sueños en el medio rural

Cristina cree que la presencia en medios, internet y el boca a boca es vital. / Celia defiende las oportunidades para los periodistas en los pueblos. - Foto: Jesús J. Matías y Luis López Araico

Para conseguir los objetivos marcados se necesitan profesionales especializados que ayuden a alcanzarlos. Que le pregunten si no a Villadiego cómo ha conseguido impulsar su turismo y salir «como un tiro» de la pandemia. Las jóvenes Celia Varona y Cristina Gutiérrez son las 'jefas' de la comunicación y la promoción, nadie como ellas pone en el mapa al pueblo ni exhibe con tanto orgullo todo el patrimonio. Asumen que queda mucho camino por recorrer y que las cosas no se dan a conocer de un día para otro, pero poco a poco ahí van...

Envían notas de prensa sobre las actividades que poseen, facilitan reportajes a los medios de comunicación, informan de todo a través de las redes sociales, se ponen en contacto con los colegios para mostrar sus atractivos turísticos o elaboran folletos. «Pero lo que nos hace diferentes es que ofrecemos un servicio personalizado», comentan Celia, de 27 años, y Cristina, de 32. Diseñan 'rutas' específicas para cada grupo y defienden que «no se puede explicar a todos igual, hay que saber adaptarse». Gracias a estas fórmulas ya han conseguido llevar hasta Villadiego más de 8.000 visitantes este año.

Los intereses de quienes acuden a la villa de los seis museos también varían mucho y de ahí la planificación que realizan con anterioridad. Muestra de su éxito se comprueba en que cada vez funciona mejor este servicio y aunque ya han comprobado que tras la crisis santaria han «despegado», aún les queda trabajo por realizar porque potencial tienen de sobra. De hecho, en cuanto a sus inicios Cristina recuerda que fue hace unos seis años con la idea de impulsar el museo Fabulantis, y tanto que lo consiguió. Su dinámica y entretenida forma de explicarlo para «atrapar» dispararon el interés por conocerlo.

La incorporación de nuevos espacios como el Centro de Interpretación del Geoparque de las Loras o el elevado volumen de información causaron que recientemente se uniera Celia al equipo.

El trabajo ha permitido a ambas jóvenes fijar en el pueblo su residencia. Cristina procede de Sotovellanos, también en la comarca Odra-Pisuerga, pero reconoce que «Villadiego siempre ha sido un pueblo que ha tenido más que el resto». Acudió allí al instituto y, aunque tras completar sus estudios de márketing decidió regresar, no se imaginaba que ya se quedaría definitivamente. «No pensaba que iba a tener esta suerte», afirma, mientras defiende la «vida cultural y social interesante» que le aporta el municipio. Ni se plantea moverse.

En el caso de Celia también se trataba de su primera experiencia en un ayuntamiento, después de haber trabajado en el área de desarrollo rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. «A pesar de haber estudiado en Madrid siempre me ha gustado la vida en Villadiego», reconoce, que cree que muchos periodistas aún no son conscientes de que el medio rural también ofrece oportunidades.

Eso sí, como manifiesta el alcalde, Ángel Carretón, el objetivo pasa por seguir esta línea de promoción para situarse entre las localidades burgalesas más visitadas. «Cuando hablamos de qué se puede hacer en un pueblo el turismo es la base fundamental ahora», desarrolla, mientras avanza que eso permitirá grandes resultados. De este modo, considera fundamental una continuidad durante todo el año y que quien acuda se encuentre las puertas del municipio abiertas.

La búsqueda de visitas. «Tanto la promoción en medios de comunicación como el boca a boca es lo que mejor funciona, aunque en internet por supuesto debe estar la información», comenta Cristina. La espectacular respuesta ante las diferentes propuestas ha generado que hasta la villa hayan llegado desde asociaciones de la comarca hasta grupos procedentes de toda la provincia o de otras, como Cantabria o Palencia. «El adaptarnos a lo que nos solicitan está causando que venga gente muy diversa y de todos los ámbitos, familiares, amigos, amantes de la naturaleza...», añade Celia.

Y para organizarse prefieren que anteriormente les llamen. «Tenemos varias puertas abiertas, con temas muy distintos, venir a un pueblo y ver el centro de interpretación del cómic o del Geoparque llama la atención», comentan. Cuentan con hasta seis museos -Etnográfico, Radio, Pintura, Arte Sacro, Geoparque y Cómic- y a su atractivo suman otras actividades.

En esa búsqueda de visitas resulta vital el trabajo con los colegios al contar con una amplia oferta para los chavales. Al principio de cada trimestre proponen excursiones y para finales de este curso ya tienen unas cuantas reservas cerradas. «Que no tengamos un horario cerrado y estar siempre disponibles al teléfono es una buena estrategia», comentan las jóvenes.