A medida que las horas de luz se acortan, la temperatura baja y el otoño se convierte en invierno, es importante que los vehículos eléctricos funcionen de la forma más eficiente posible. Con el Opel Mokka-e el conductor y sus pasajeros no sólo se desplazan sin emisiones, también pueden conseguir un bajo consumo de energía y una elevada autonomía gracias a los sistemas y tecnologías de calefacción a bordo.

Los primeros pasos para conseguir la máxima eficiencia se producen incluso antes del inicio del desplazamiento. Solo hay que activar la función de precalentamiento mientras el coche está conectado a la red eléctrica externa a través de una toma de corriente doméstica, un wallbox o un punto de carga rápida. De esta manera, la energía necesaria para la calefacción proviene de la fuente de alimentación externa y la autonomía eléctrica, de hasta 338 kilómetros está disponible desde un inicio. 

Además, los propietarios pueden utilizar la aplicación myOpel para programar a distancia el preacondicionamiento del habitáculo. En unos pocos minutos se alcanza una temperatura de unos 21 grados y las ventanillas ofrecen completa visibilidad.

Además, también ofrece la cálida sensación de conducir con responsabilidad y eficiencia, especialmente al desacelerar y en las bajadas. El motor eléctrico se convierte en generador y convierte la energía cinética de la deceleración en electricidad. Si el conductor además selecciona el modo de conducción B, este efecto se incrementa. La batería se carga a coste cero y se ahorra energía. El Mokka-e también ofrece tres modos de conducción: Eco, Normal y Sport.