En torno a un centenar de personas se daban cita en este primer martes de mes a las puertas del centro de salud de Roa de Duero para continuar con las concentraciones mensuales reclamando una Sanidad Rural digna, de calidad y sin recortes. Los organizadores aprovecharon para dedicar esta movilización a la salud mental y las carencias de personal que soporta esta especialidad en la zona. "En Aranda tenemos tres psiquiatras y una psicóloga para toda la comarca, más de 65 municipios y cerca de 60.000 personas. Este volumen de atención provoca que la frecuencia de las citas sea cada vez más espaciada, los tiempos de espera para una cita se alargan de forma estrepitosa", remarcó Cristina Pérez, coordinadora de programas de la asociación Salud Mental Aranda, que atiende a toda la zona.

Esta falta de médicos especialistas está teniendo consecuencias en la Atención Primaria, que es la que se hace cargo de muchos de los casos. "Los médicos de Atención Primaria se ven abocados a atender consultas específicas de salud mental, recetar antidepresivos y ansiolíticos y contener la situación hasta que se pueda recibir atención especializada", explicó Pérez, recalcando que esa no es una solución a las necesidades de los pacientes.

Esta era la última concentración que se realizaba antes del parón veraniego y los organizadores de estas movilizaciones mostraron un sentimiento agridulce. Por un lado, la reducción en el número de asistentes mes tras mes les lleva a animar a los ribereños a retomar esta protesta con más fuerza en otoño. Por otro, valoraban que estas protestas ciudadanas han tenido algún efecto positivo en la mejora de la sanidad rural. "En el tema de la pediatría algo se ha movido y aunque sea un pequeño parche, algo hemos hecho, entonces es muy importante que sigamos viniendo", apuntó Arantza Barroeta.