Carcedo licita por 508.000 € el cierre de la pista deportiva

B.A.
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Se pretende acabar con los ruidos procedentes de la instalación denunciados por algún vecino. Cuenta ya con techumbre y cerramiento en la fachada norte

Aspecto que tiene actualmente la pista, con tres fachadas descubiertas. - Foto: Luis López Araico

El Ayuntamiento de Carcedo de Burgos ha sacado a licitación el proyecto de cerramiento de las fachadas sur, este y oeste para la regulación de los niveles sonoros ambientales exteriores de su pista deportiva por un precio base de 508.232 euros. Una importante inversión, como reconoció el alcalde José Luis Antón hace unos meses, que no se hubieran decidido a acometer si parte de los vecinos del entorno no hubieran emitido quejas y reclamaciones por el molesto ruido, «un eco insufrible», según ellos, que procedía de esta instalación, que ya cuenta con cubierta de madera y cerramiento lateral en su fachada norte. 

Las empresas interesadas en ejecutar esta obra tienen de plazo hasta el 18 de noviembre para presentar sus propuestas y será 4 días después, el 22, cuando se celebre la mesa de contratación. El periodo previsto para concluir su realización es de 4 meses, por lo que durante la primera parte del próximo año la pista polideportiva estará totalmente cerrada. Se tendrá en cuenta la oferta más económica y también aquella que ofrezca un plazo más amplio de garantía. «Confiamos de esta forma en reducir al 90% los problemas acústicos», señalaba José Luis Antón. 

Este asunto no ha estado exento de polémica en la localidad. Por un lado quiénes expresaban su malestar por el incordio constante que les suponían «esos ruidos en cualquier momento del día» y por otro los que consideran que la postura es desmesurada y que incluso no comparten que el Consistorio tenga que hacer tal desembolso por este motivo. Lo cierto es que el Ayuntamiento tomó a principios de este año la decisión de proceder a su cierre total y el proyecto ha ido avanzado durante el ejercicio hasta su actual publicación en la central de contratación de la Diputación de Burgos. 

Opiniones distintas. Quienes comenzaron a quejarse por lo que ellos consideraban una «situación insoportable», elevaron su malestar hasta el Procurador del Común, que les contestó hace ya unos meses que el asunto estaba en vías de resolverse al comprobar que el Ayuntamiento había iniciado el proyecto de cierre para su insonorización. En ese sentido, algunos de los vecinos de la calle Tres Cruces, junto a la pista, aseguraban que la cubierta «hace un eco altavoz desmesurado» y que hasta al andar por la acera retumba el sonido de los tacones. Destacaban el ruido de los balones y de los gritos de los niños, y que todo ello generaba una situación de estrés. 

En otra línea se expresaban otros vecinos, que alegaban que durante el invierno prácticamente no se usa la instalación, primero porque no cuenta con luz y segundo porque los chavales apenas tienen tiempo para el ocio, por lo que no se utiliza los 365 días del año, como señalaban los que se quejaban del ruido. Consideran la inversión como un gasto indecente y que hay otras actuaciones más importantes y urgentes para llevar a cabo en el municipio. También mostraban su inquietud por qué sucederá con la pista una vez cerrada, ya que se pretende aprobar una ordenanza para regular su uso. 

Esta instalación deportiva, de alrededor de 1.000 metros cuadrados, ha llegado a su estado actual tras varias actuaciones desde hace algo más de 10 años. Primero se construyó la solera, el pequeño recubrimiento sobre las gradas y el cierre del lateral norte, y años después la techumbre de toda la superficie. Permite la práctica de varios deportes.