Hallan los cuerpos de 11 rohinyás que huían de Bangladés

EFE
-

La embarcación se hundió con unas 40 personas a bordo que trataban de escapar de un campamento para refugiados miembros de esta comunidad que escaparon de Birmania

Refugiados rohinyás navegan a bordo de una embarcación de madera, en una imagen de archivo. - Foto: ASSADAWUTH SUDEN

Bangladés informó este miércoles del hallazgo de 11 cuerpos de rohinyás, mientras otros 16 continúan desaparecidos, que murieron tras volcarse el bote en el que el sábado trataban de escapar de la isla de Bhasan Char, un territorio remoto al que fueron llevados miles de miembros de esta comunidad.

Hasta ahora "la Marina y la Guardia Costera de Bangladés nos ha entregado 11 cadáveres, esto incluye los cuerpos de seis niños y un hombre entregados el martes", dijo a Efe el oficial a cargo de la comisaría de Bhasan Char, Rafiqul Islam.

"Se nos ha informado que todavía hay 16 personas desaparecidas", indicó.

La embarcación que partió de la isla bangladesí, ubicada en la Bahía de Bengala, se hundió la madrugada del sábado con unas 40 personas a bordo que intentaban huir de este lugar, convertido en un campamento para refugiados rohinyás que escaparon de Birmania.

Las autoridades han informado que de este grupo 15 personas fueron rescatadas con vida.

El intento de huida, y la muerte de estos refugiados, trae la atención nuevamente sobre la controvertida decisión de Bangladés de reubicar a los refugiados de los campamentos de Cox's Bazar, en el sureste del país, a Bhasan Char, pese a los dudas de las organizaciones humanitarias sobre las condiciones de la isla.

Bhasan Char, de unos 40 kilómetros cuadrados, era una isla inhabitada sobre la que las autoridades construyeron instalaciones para albergar a unos 100.000 refugiados, pese a la condiciones del lugar, especialmente frágil a las inundaciones durante la época de monzón.

En un intento por descongestionar los campamentos de la zona continental, densamente poblados, Bangladés inició el año pasado unilateralmente la reubicación de varios miles de personas.

Unos 738.000 rohinyás llegaron a este país tras el estallido en agosto de 2017 de una campaña de persecución y violencia por parte del Ejército de la vecina Birmania, que la ONU calificó de ejemplo de limpieza étnica y un posible genocidio, crímenes de lesa humanidad que investigan los tribunales internacionales.

El golpe de Estado militar en Birmania, el pasado 1 de febrero, ha sembrado nuevas dudas sobre el posible retorno en un futuro próximo a sus hogares en la región birmana de Rakáin.