Calle San Pedro Cardeña. 16:15 horas de ayer lunes. El autobús urbano de la línea C-2 que circula por el bulevar toma la alternativa de la calle San Pedro Cardeña para continuar su recorrido ante el corte iniciado bajo la BU-11. Antes de volver a incorporarse a la vía que le corresponde dentro de su ruta, a la altura de Las Veguillas y la carretera a Cortes, se cruza con dos autocares que cubren el servicio a una misma fábrica.

La estrechez de la calzada y la presencia de coches aparcados a ambos lados provoca que el vehículo municipal tenga que orillarse como buenamente puede a la altura del número 132. Mientras tanto, los conductores de los dos servicios privados apuran al máximo el espacio para continuar en dirección hacia Santa Clara. Tras un minuto de maniobras, con el consecuente atasco de coches generado a ambos extremos, finalmente logran resolver el enfrentamiento y proseguir cada uno su marcha.

Este es solo uno de los muchos ejemplos del colapso que vivió ayer la calle San Pedro Cardeña, que -al menos- durante mes y medio experimentará un elevado e inusual tráfico. Paralela al bulevar, que vertebra el grueso de circulaciones de sureste a suroeste de la capital, esta vía es la gran perjudicada de la nueva fase de las obras en el viaducto de la BU-11 que arrancó ayer.

En un principio, según informó la Policía Local a través de un mensaje remitido el sábado, también se iba a habilitar la opción de reincorporarse al bulevar metros después de tomar el desvío obligatorio, en la primera salida de la rotonda bajo la autovía de Ronda. Sin embargo, esta permaneció cortada, por lo que únicamente queda el remedio de atravesar la calle San Pedro Cardeña para regresar por el bulevar (...).

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