Abren 7 gimnasios en Burgos en un año

L.M.
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Son tantos como entre 2014 y 2018. Los vecinos cuidan cada vez más su salud y, aparte de prestar atención a la alimentación, ponen interés en mantenerse en forma. Gamonal suma cuatro nuevos centros deportivos en los últimos meses de 2019

El boxeo requiere una gran coordinación y quema muchas calorías. - Foto: Patricia González

Cuidarse está de moda. La primera solución que a uno se le viene a la cabeza cuando tiene un kilos de más, o desea ponerse en forma, suele ser controlar la alimentación.Sin embargo, durante los últimos años se ha sumado la tendencia, cada vez mayor, de apuntarse a un gimnasio donde realizar ejercicios de todo tipo y, de esta manera, complementar los esfuerzos a la hora de comer con los que hace uno encima de la cinta de correr o mientras sube y baja pesas. Entre 2014 y 2018, el Ayuntamiento inició 7 expedientes para centros de enseñanza académica de actividades deportivas, es decir, gimnasios. El primer año no hubo peticiones en el área de Licencias, en 2015 fue solo una, en 2016 se doblaron a 2, en 2016 avanzaron hasta las 3 y en 2017 descendieron de nuevo a solo una. Ejemplos de ello son las aperturas de un Sportia en la calle Cordón, delnuevo Estudiantes en pleno Bulevar o del Discobolo en Padre Flórez.

El gran salto ha llegado este 2019; desde enero hasta el día de hoy, elConsistorio ha abierto 7 expedientes, los mismos que la suma del lustro anterior. «Hemos duplicado el número de clientes, que nos demandaban una instalación más grande», explica Alba García, directora de Altafit en Burgos. Su cadena ya contaba con un centro en la avenida Constitución, al que se suma ahora uno nuevo en el polígono de Pentasa, en pleno Gamonal.Es precisamente este barrio el principal foco en el que se han centrado las aperturas, ya que de las siete, hasta cuatro radican en sus calles -otro en Pentasa, uno en calle Igualdad fruto de una ampliación, otro en Francisco Grandmontagne se unen al Altafit-, además de centros en la calle Alfareros, en SanAgustín, enSanz Pastor y en la calle Trujillo. «Realizamos un estudio de mercado y decidimos abrir un nuevo centro en Gamonal, con una gran población de más de 70.000 personas.Tenemos capacidad para gestionar hasta 4.000 socios», explica García.

Desde otro prisma, el de un negocio que lleva ya abierto tres años, habla Víctor Fernández, director de Sportia Burgos. «Desde el inicio hemos tenido cada año más gente, pero este año el crecimiento ha sido un poco más pequeño», asegura, esgrimiendo como posible explicación a este hecho la presencia cada vez mayor y más fuerte de más gimnasios en la ciudad. «Abrir uno es una forma de negocio de las grandes empresas.En torno al 60% de los nuevos socios que se apuntan a un gimnasio recién abierto no eran usuarios anteriormente», asegura Fernández.

Ponerse cachas o perder peso no es ya el único motivo para pagar una cuota mensual en un gimnasio.Lo admiten los propios directores, que indican que «la gente viene a socializar, para salir de la rutina diaria o para ayudar a combatir alguna enfermedad o dolencia. Está de moda cuidarse para encontrarse mejor», apunta Alba García, directora de Altafit Burgos, compañía que acaba de invertir un millón de euros en sus nuevas instalaciones, y que tras unos primeros meses de captación, esperan poder comenzar a fidelizar clientes a partir de 2020.

El final del año no es precisamente la mejor época para los gimnasios; los meses con algún festivo, como es el caso de octubre (día 12), noviembre (día 1), la asistencia se ve claramente reducida, y no digamos las altas.Diciembre, con dos festivos (días 6 y 9) es también crítico, y si como este año muchos se tomarán cuatro días de asueto, unidos a los de las vacaciones de Navidad, las previsiones son malas. No obstante, una vez pasa enero, y con el trajín de cenas, comidas y excesos, los gimnasios viven su época más fuerte. «El pico más grande lo tenemos todos los años en febrero», indica Víctor Fernández, director de Sportia Burgos.