Reactivan un sector clave para la futura ronda interior sur

H.J.
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Los propietarios del S-16, junto a San Isidro, tratan de impedir que vuelva a ser rústico en octubre, lo que dificultaría la circunvalación interna que debe discurrir por ese suelo

Reactivan un sector clave para la futura ronda interior sur - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

El 19 de octubre es la fecha. Ese día se cumplen ocho años desde la entrada en vigor de la llamada «Ley de rehabilitación, regeneración y renovación urbana, y sobre sostenibilidad, coordinación y simplificación en materia de urbanismo» que impulsó la Junta de Castilla y León en el año 2014. En ella se establece que los terrenos clasificados como suelo urbanizable deberán haber dado sus primeros pasos de desarrollo (en concreto, tienen que contar con ordenación detallada), pues de lo contrario «quedarán clasificados de forma automática como suelo rústico común».

En esa tesitura están diez sectores del término municipal de Burgos que el PGOU declaró como urbanizables y en los que no se han completado los pasos necesarios. Así que todos ellos volverán a ser rústicos, salvo sorpresa. Y esto último es precisamente lo que quiere provocar el S-16, una sorpresa que dé la vuelta a su situación actual.

En los últimos días los propietarios se han puesto en contacto con el Ayuntamiento para tratar de sacar adelante los trámites necesarios antes de que llegue el otoño. El arquitecto Próspero García-Gallardo, técnico que asesora a los dueños del suelo, recuerda que este sector en su día llegó a contar con aprobación detallada, «pero cuando se aprobó el nuevo Plan General impuso unas condiciones nuevas y nunca se ha adaptado a ellas». Ahora quiere hacerlo y son conscientes de que van justos de tiempo, pero también de que «si el terreno vuelve a ser rústico todo se quedará colgado durante muchísimo tiempo», admite García-Gallardo.

El S-16 ocupa un gran triángulo situado entre el cerro de San Isidro, las traseras de la plaza de Aragón, el norte de Hipercor y el camino de Valdechoque. Sería, por tanto, una de las zonas de crecimiento natural del barrio de San Pedro y San Felices. En él el Plan General contempla una edificabilidad de 100.000 metros cuadrados donde, dependiendo de su tamaño, cabrían entre 663 y 883 viviendas (un 30% protegidas), pero además de las posibilidades de crecimiento para el barrio su importancia reside en que resulta fundamental para la futura ronda interior sur. Sin él esta infraestructura, que deberá ejecutarse por tramos a lo largo de diferentes sectores, quedaría coja durante años.

(Más información en la edición en papel de hoy de Diario de Burgos)