Los tres sindicatos ya habían anunciado que a finales de enero volverían a salir a la calle y este viernes han concretado el día. Será el miércoles 26 de enero y no solo sacarán los tractores por las calles de Burgos, comenzando desde la Subdelegación del Gobierno hasta la sede de la Junta de Castilla y León, sino que en esta ocasión saldrán a la carretera, concretamente su intención es cortar la autovía A-1 en ambos sentidos a la altura de Nudo del Landa, en tres ocasiones, con intervalos de media hora "para no perjudicar a los conductores".

Los sindicatos agrarios quieren expresar de esta manera su malestar "hartos" por lo que consideran un olvido del sector agrario y ganadero por parte de las autoridades, que, dicen, ya han olvidado que durante el confinamiento, "nos consideraron un sector necesario", y "ahora no se acuerdan de nosotros", explican los representantes de Asaja, Upa y Coag, que de nuevo unen sus fuerzas -la UCCL ha rehusado la invitación a participar- en defensa el sector, por su dignificación social, por unos precios justos en origen y contra la subida de gasóleo y fertilizantes, además de protestar por la reforma de la PAC, que entienden que no beneficia al sector y no garantiza el relevo generacional, sino que, por el contrario, implica más condicionantes y más burocracia sin incrementar las ayudas. 

Para estas organizaciones agrarias, la actual situación es insostenible, y más aún en el sector ganadero, sobre todo tras las últimas polémicas. Añaden que ellos salen a la calle en defensa de sus derechos y no entran en cuestiones políticas, en referencia a esta convocatoria dos semanas antes de las elecciones en la comunidad autónoma.