Roberto Peral

Habas Contadas

Roberto Peral


Tarde de toros

24/01/2022

Por bien que ahora resurja con ímpetu digno de mejor causa, no es invención precisamente moderna la poco virtuosa práctica del 'café torero', ese que, acompañado inexcusablemente de una copa de coñá, se tomaban con el estómago vacío los aficionados al arte de Cúchares justo antes de entrar a la plaza y después de haber prolongado el aperitivo más allá de lo que aconsejan la prudencia y las buenas costumbres. El susodicho cafelito constituye una más de esas expresiones que, tomadas de la jerga taurina, el lenguaje de la calle ha ido incorporando a través de los siglos, y que han arraigado en el habla popular con tal fuerza que las usamos en las situaciones más cotidianas sin reparar en su procedencia: echar un capote, tener mano izquierda, entrar al trapo, dar una larga cambiada…

Sin ir más lejos, el candidato del PP a presidir la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, empleó el sábado en Burgos una de esas frases hechas extraídas de la tauromaquia al advertir a la entregada concurrencia que su propósito, si gana las elecciones del próximo 13 de febrero, consiste en «pararle los pies» a Pedro Sánchez. El origen de tal expresión está en los primeros capotazos que se le administran al toro para frenar el brío con el que sale al ruedo y atemperar su embestida, labor de la que, por lo general, se encarga uno de los subalternos del matador de turno. Y en ese detalle puede apreciarse también la pertinencia de la metáfora: pareciera que Pablo Casado, afanado en fortalecer su liderazgo en el partido e ir entrenándose para conquistar La Moncloa el año que viene, ha enviado a uno de los subordinados de su cuadrilla a que le vaya preparando la faena en nuestra comunidad autónoma, habida cuenta de lo poco que la formación conservadora habla de nuestros problemas concretos como ciudadanos castellanoleoneses en esta absurda precampaña.

Todo parece indicar que Mañueco, convertido ahora al ayusismo, seguirá apuntando durante las próximas semanas a la misma diana mientras nos aconseja que nos defendamos por nuestra cuenta y riesgo de la amenaza del virus. Así que lo mejor será intentar que no nos toreen, apagar la tele e ir a tomarnos unos vermús, aunque se nos acabe pasando la hora de comer.