Se hizo esperar, mucho, tanto como que fue el último galardón en desvelarse, pero valió la pena. La dramaturga burgalesa María Velasco González levantó anoche el Premio Max a Mejor autoría teatral por Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra en una gala celebrada en el Teatro Principal de Mahón (Menorca). La creadora se impuso a Juan Diego Botto, que con su Una noche sin luna fue uno de los triunfadores de la velada, y a Joan Yago, por De què parlem mentre no parlem de tota aquesta merda.

Más de dos horas hubo de esperar Velasco antes de escuchar su nombre y salir a recoger su estatuilla en la edición 25 de estos reconocimientos. La escritora empezó su intervención aludiendo al difícil camino, «inconcebible», hasta estrenar esta pieza. «Para crear hay que creer», sentenció antes de pasar a la ronda de agradecimientos. Y ahí nombró a Ana Carrera, su productora, siempre a su lado, a todo su equipo, en el que se encuentra Miguel, su pareja, y a las salas alternativas de Madrid, «no tendría oportunidades si no existieran», como la Cuarta Pared, que vuelve a programar en septiembre este espectáculo, que, entre otros temas, toca la prostitución. Las últimas palabras se las dedicó a sus padres, «que nunca me desanimaron para coger el camino más difícil».