Un derbi siempre reúne unas condiciones que lo hace especial. Normalmente la clasificación que tiene cada uno de los equipos suele servir de poco, prima más el aspecto emocional. Si miramos los números, el Burgos CF es claramente favorito. Sin embargo, y como insistió ayer Julián Calero, esto sirve de poco y como ejemplo no hace falta  irse muy atrás, pasó la temporada pasada.

Burgos CF y Mirandés se vieron la cara en la jornada ocho en El Plantío y por aquel entonces el Mirandés llegaba en una situación más cómoda en la clasificación. Había ganado tres partidos y empatado uno y doblaba en puntos al Burgos, que había sumado un triunfo y tres empates. Sin embargo, un gol de Grego Sierra dio la victoria al conjunto blanquinegro. En la segunda vuelta, el Burgos visitaba a un Mirandés que había tenido que cambiar de entrenador y el conjunto rojillo se llevó un merecido triunfo por 3-1.

Esta campaña el inicio de los dos equipos ha sido radicalmente opuesto. El Burgos CF bate récords defensivos y disfruta de una privilegiada situación en la clasificación, en el tercer puesto, solo superado por dos de los grandes favoritos al ascenso, Las Palmas y Alavés.

Enfrente, el CD Mirandés es penúltimo en la tabla clasificatoria, con siete puntos, tras una victoria (Zaragoza) y cuatro empates. Sobre el campo, Julián Calero y Joseba Etxeberria apuestan por dos estilos de juego radicalmente diferentes.

(Más información, entrevistas a los entrenadores y los jugadores más destacados, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)