El aumento de la actividad quirúrgica en el HUBU tras la aprobación de peonadas para cuatro servicios muy atascados y la externalización de cirugías a la privada no ha permitido encauzar las listas de personas pendientes de entrar en quirófano en la capital, que siguen desbocadas por tercer trimestre consecutivo: 6.542 pacientes, según datos oficiales hechos públicos por la Consejería de Sanidad pasadas las 19.30 horas de ayer. Si esta cifra se compara con la del año pasado por estas fechas se comprueba que la lista ha engrosado en 406 personas, aunque la demora media sí ha conseguido reducirse en diez días, pasando de los 196 de finales de septiembre de 2021 a los 186 de ahora. Es decir, más de medio año para que les practiquen la cirugía indicada.

Es la primera vez, al menos en los últimos siete años, que la Consejería de Sanidad facilita los datos de lista de espera a última hora de la tarde de un viernes; pero, aún así, hubo tiempo suficiente para comprobar que, al menos en Burgos, el plan de choque todavía no ha surtido efecto. La lista de espera estructural (la conformada por quienes ya tienen fecha para la operación) no ha mejorado, pero tampoco lo ha hecho la total (la que incluye a quienes saben que tendrán que operarse, pero ignoran la fecha), que sigue siendo de 7.663 personas. Y la relativa a las primeras consultas acumuladas en el HUBUes la peor desde que hay registros: 39.719 enfermos a la espera de una visita con el especialista. Para visualizarlo mejor, es como si toda Miranda y toda Lerma están pendientes de una cita en el HUBU. Semejante dato se ampliará como corresponde en la edición del martes de este periódico.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)